Así lo indican las simulaciones realizadas por el grupo de Adeene Denton en la Universidad de Arizona.
Los hallazgos, publicados en la revista Nature Geoscience, sugieren que el planeta enano capturó su luna tras una colisión que no causó daños.
Con un radio de aproximadamente la mitad del de Plutón, Caronte es inusualmente grande para una luna y su órbita muy circular sugiere que nació de un impacto con el planeta enano.
Sin embargo, la gran distancia a la que se encuentra, 16 veces mayor que el radio de Plutón, hace muy difícil creer que haya podido nacer tras algún impacto violento.
Este enigma astronómico podría explicarse mediante nuevas simulaciones informáticas detalladas, que también consideraron detalles geológicos del planeta enano y su luna principal, como los porcentajes de roca y hielo.
Según las simulaciones, el acontecimiento más plausible capaz de resolver el enigma habría sido una especie de delicado impacto entre Plutón y Caronte, una colisión que habría llevado a los dos a fusionarse temporalmente sin fusionarse definitivamente, hasta el punto de que luego regresaron a dividirse debido a fuerzas de rotación.
Esta dinámica habría permitido que los dos objetos permanecieran casi intactos y que los propios investigadores definieron como "beso y captura": una unión fugaz que habría llevado a Caronte a permanecer en órbita alrededor del planeta enano.
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