Así lo revela un estudio publicado en la revista Plos One, resultado de la colaboración entre la Universidad de Bolonia, La Sapienza y la Universidad de Módena y Reggio Emilia.
Los investigadores, a través del análisis del esmalte de 34 dientes de niños procedentes de las necrópolis de Casalmoro y Guidizzolo (siglos VII-VIII d.C.), en la provincia italiana de Mantua, descubiertos durante las excavaciones de 1996, descubrieron que el esmalte dental de los niños mantuanos medievales crecieron más lentamente que los niños europeos de hoy, independientemente de ambos sexos.
"A través del estudio de los dientes, es posible analizar las trayectorias de crecimiento, y tales observaciones pueden proporcionar información no sólo sobre la evolución dental, sino también sobre el crecimiento general de los individuos", explicó Stefano Magri, estudiante de doctorado en el Departamento de Patrimonio Cultural de la Universidad de Bolonia y primer autor del estudio.
"En particular, podemos resaltar diferencias significativas entre las poblaciones modernas y pre-antibióticos. Por modernos nos referimos al período posterior a la introducción de los antibióticos, un acontecimiento que marcó una clara distinción en comparación con poblaciones anteriores. Su uso ha contribuido a una mayor supervivencia infantil y a un aumento de la esperanza de vida. Estas consideraciones ofrecen un punto de anclaje para la investigación moderna, ya que las diferencias entre preantibióticos y postantibióticos también se reflejan en las patologías dentales emergentes", detalló.
Por lo tanto, el esmalte dental humano se considera "un archivo biológico extraordinario, lo que lo convierte en una herramienta única para investigar períodos cruciales de la vida de un individuo", explico, por su parte, Stefano Benazzi, profesor de Antropología Física de la Universidad de Bolonia.
Por tanto, la investigación destaca "la importancia del estudio de los dientes de leche para comprender fases cruciales de la vida humana y reconstruirlas incluso en el pasado más antiguo", comentó Alessia Nava, profesora de Antropología Física de la Universidad La Sapienza.
A través del análisis del esmalte dental, hemos podido reconstruir los tiempos y ritmos de formación de coronas, que se correlacionan con cómo crece el individuo durante la infancia.
"Los datos obtenidos ponen de relieve una fuerte homogeneidad entre las dos necrópolis en las tasas de crecimiento infantil. Estos resultados, además de sugerir una relación hipotética entre las dos comunidades, han revelado diferencias con poblaciones del mismo período histórico, pero procedentes de zonas zonas geográficas que han sido objeto de estudios anteriores", concluyó Magri.
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