Por Enrica Battifoglia - Si transistores, láseres, internet de alta velocidad, supercomputación y resonancia magnética transformaron la vida cotidiana gracias a las tecnologías cuánticas, ahora comienza la segunda fase de esta gran revolución, con nuevas generaciones de sensores, comunicaciones ultrarápidas y seguras, y computadoras mucho más potentes.
Por este motivo, las Naciones Unidas han decidido declarar el 2025 como el Año Internacional de la Ciencia y las Tecnologías Cuánticas; el objetivo es "concienciar al público sobre la importancia y el impacto de la ciencia y las aplicaciones cuánticas en todos los aspectos de la vida". El 2025 también marca un siglo exacto desde el nacimiento de la mecánica cuántica. En 1925 se formuló la teoría de la mecánica de matrices gracias a los físicos Werner Heisenberg, Max Born y Pascual Jordan.
Fue un terremoto para la física clásica, porque permitió por primera vez describir y predecir el comportamiento de las partículas subatómicas, que actúan de manera completamente diferente a los objetos del mundo cotidiano. En el transcurso de un siglo, las consecuencias de esa revolución teórica han impactado en muchos campos de la sociedad y prometen volverse aún más relevantes. No es casualidad que las inversiones en tecnologías cuánticas estén aumentando en todo el mundo. "A nivel global, el 2025 se perfila como un año muy interesante, especialmente en lo referente al gran desafío del cálculo y las simulaciones cuánticas", comenta a ANSA el físico Simone Montangero, director del Centro de Cálculo y Simulaciones Cuánticas de la Universidad de Padua.
Montangero codirige el Spoke 10 sobre Computación Cuántica del Centro Nacional de Investigación en Computación de Alto Rendimiento, Big Data y Computación Cuántica (Icsc), financiado gracias al Pnrr, el programa de desarrollo de la UE. Al referirse a los "resultados interesantes e inesperados" obtenidos en 2024 sobre la corrección de errores en el cálculo cuántico, Montangero señala que "estamos viendo la cima. En 2025 descubriremos si realmente hemos llegado a ella".
El último paso para vencer el escepticismo de algunos sobre la posibilidad de construir computadoras cuánticas es precisamente la corrección de errores: "demostrar que podemos hacer esto significaría que en el camino hacia las computadoras cuánticas solo quedarían problemas de ingeniería complejos, pero ya no problemas fundamentales". En esta nueva carrera, Italia está avanzando significativamente, aunque aún no ha recuperado el retraso acumulado en el pasado.
"Con el Pnrr hemos tenido inversiones que nos han permitido estar en el camino correcto" y que "nos permiten avanzar con la construcción de prototipos", señala el experto, sobre la computadora cuántica de superconductores desarrollada por el grupo de la Universidad Federico II de Nápoles y financiado en el marco del Spoke 10 de Icsc. Estrategias diferentes están siendo seguidas en todo el mundo por gigantes como Google. "El objetivo no es competir con las grandes empresas, sino poner a Italia en posición de participar en las actividades europeas relacionadas con la construcción de computadoras cuánticos" y los chips cuánticos, destaca Montangero. Ya son mucho más concretos los resultados obtenidos hasta ahora en Italia, al igual que en Europa y en el resto del mundo, en tecnologías cuánticas relacionadas con las comunicaciones y los sensores.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA