Se trata de Bourtange en los Países Bajos; Palmanova en Friuli-Venecia Julia, Italia; Almeida en Portugal y Neuf-Brisach en Francia.
Las imágenes de altísima resolución, reelaboradas en tonos navideños de verde y rojo, proceden de diversas misiones basadas en satélites propiedad de empresas y organismos públicos de todo el mundo, cuyos datos pone a disposición la Agencia Espacial Europea.
La idea de construir fortalezas y ciudades en forma de estrella se originó en la Italia del Renacimiento, como contramedida a los avances en el arte de la guerra que habían vuelto ineficaces las murallas medievales más lineales.
Palmanova, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un excelente ejemplo de ello y es también una de las ciudades geométricas más grandes y mejor conservadas. Construida por los venecianos para defender su frontera nororiental, tiene un cuadrado central hexagonal, rodeado de anillos concéntricos cruzados por avenidas que parecen rayos y un doble perímetro de fortificaciones en forma de estrella.
La Bourtange holandesa, cerca de la frontera alemana, fue fundada en 1593 como una fortificación militar y hoy todo el pueblo, con su icónica forma pentagonal y su patrón geométrico de las calles, se ha convertido en un museo.
La portuguesa Almeida nació también como fortaleza y desempeñó un papel crucial en la defensa de la frontera durante los primeros años de la independencia del país, mientras que Neuf-Brisach, de planta central octogonal, fue construida en 1697 en la orilla francesa del el Rin, tras la pérdida de Breisach en la orilla opuesta.
Esta ciudad forma parte de la red de fortificaciones construidas por el famoso ingeniero de Luis XIV, Sébastien Le Prestre de Vauban, y declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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