El resultado, publicado en The Astrophysical Journal, sugiere que los modelos cosmológicos actuales, con los que esta medición está en desacuerdo, están incompletos y falta algo en nuestra comprensión del cosmos.
Los datos más recientes, obtenidos por el telescopio Webb de la NASA, la ESA y la agencia espacial canadiense CSA, confirman los del telescopio Hubble de la NASA y la ESA, demostrando que la aceleración detectada no fue el resultado de un error en las mediciones.
"La discrepancia entre la tasa de expansión observada del universo y las predicciones teóricas sugiere que nuestra comprensión del universo puede ser incompleta", afirma Reiss, premiado en 2011 junto con Saul Perlmutter y Brian Schmidt por su investigación sobre la expansión del universo.
"Ahora que dos telescopios confirman mutuamente sus descubrimientos, debemos tomarnos este problema muy en serio: es un desafío, afirma el físico estadounidense, pero también una oportunidad increíble para aprender más sobre nuestro universo".
Los investigadores utilizaron un amplio conjunto de datos recopilados por Webb en sus primeros dos años en el espacio para verificar la medición de Hubble de la tasa de expansión del universo, un valor conocido como la "constante de Hubble" en honor a Edwin Hubble, cuyos descubrimientos llevaron a la comprensión de que el cosmos se está expandiendo.
Las observaciones de ambos telescopios se alinean perfectamente: el resultado del Jwst indica un valor de 72,6 kilómetros por segundo por megaparsec para la constante de Hubble, casi idéntico al de 72,8 encontrado por el telescopio Hubble. Los megaparsecs indican distancias enormes: 1 megaparsec equivale a 3,26 millones de años luz y 1 año luz, a su vez, equivale a casi 9.500 mil millones de kilómetros.
Por lo tanto, la tasa de expansión del cosmos es significativamente mayor que la proporcionada por el modelo estándar de cosmología, la teoría fundamental que describe cómo funciona todo el universo, que atribuye un valor de aproximadamente 67-68 kilómetros por segundo al megaparsec constante de Hubble usando como punto de referencia no la distancia entre estrellas y galaxias, sino de débil radiación que queda después del Big Bang, llamada "fondo cósmico de microondas". Esta discrepancia ha desconcertado a los investigadores durante más de una década.
Resolver este conflicto entre las observaciones y lo que predice la teoría también podría ayudar a arrojar luz sobre otras deficiencias del modelo cosmológico estándar que han surgido en los últimos años.
Por ejemplo, el modelo no explica completamente la naturaleza de la materia y la energía oscuras, que se estima que en conjunto constituyen el 96% del universo y son responsables de la expansión acelerada.
"Una posible explicación para la discrepancia podría ser un nuevo componente de la materia, que después del Big Bang dio al universo un impulso inesperado", comenta Marc Kamionkowski de la Johns Hopkins, que no participa en el estudio, pero ayudó a calcular la constante de Hubble.
"Pero existen otras posibilidades válidas - añade Kamionkowski - como las extrañas propiedades de la materia oscura, la presencia de partículas exóticas o campos magnéticos primordiales".
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