El resultado, publicado en la revista Nature, se obtuvo gracias a Willow, el nuevo chip cuántico de Google Quantum AI, que promete allanar el camino para construir computadoras cuánticas útiles a gran escala, ya que es el primer sistema capaz de reducir los errores en modo exponencial a medida que aumentan las unidades informáticas (qubits) utilizadas.
Los errores son uno de los mayores desafíos en la computación cuántica, porque los qubits tienden a intercambiar información rápidamente con su entorno, lo que dificulta proteger los datos necesarios para completar un cálculo.
Normalmente, cuantos más qubits se utilizan, más errores se producen y el sistema se vuelve clásico.
El estudio publicado en Nature muestra, en cambio, que cuantos más qubits se utilizan en Willow, más errores se reducen y más cuántico se vuelve el sistema.
Este logro histórico se conoce en la industria como "subumbral": es necesario demostrar que se está por debajo del umbral para mostrar un progreso real en la corrección de errores y este ha sido un desafío continuo desde que Peter Shor introdujo la corrección de errores cuánticos en 1995.
Dado que Willow es "el primer sistema subumbral", explica Julian Kelly, director de hardware cuántico de Google Quantum AI, "este es el prototipo más convincente de un qubit lógico escalable construido hasta la fecha".
"Es una fuerte señal de que es posible construir computadoras cuánticas grandes y útiles. Willow nos acerca a la ejecución de algoritmos prácticos y comercialmente relevantes que no se pueden replicar en computadoras convencionales", concluye.
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