El estudio, realizado por el grupo de la Universidad de Wenzhou dirigido por Hongying Shi, se publica en la revista Bmc Public Health.
Desde hace un tiempo, numerosos estudios han demostrado la importancia del sueño para la salud general, desde el impacto en el cerebro hasta el desarrollo del feto durante el embarazo, y ahora llega la confirmación del papel que pueden jugar las horas de sueño en el envejecimiento saludable.
Los investigadores utilizaron como parámetro la condición "envejecer con éxito", que se refiere al envejecimiento sin enfermedades crónicas graves, sin deficiencias físicas, manteniendo "una función cognitiva alta y una buena salud mental, logrando mantener un compromiso activo en la vida".
El estudio examinó a 3.306 participantes de 45 años o más, cuyos hábitos de sueño fueron registrados en 2011, 2013 y 2015, seguidos de un chequeo médico completo cinco años después.
Todos los voluntarios fueron analizados y clasificados en función de sus hábitos de sueño a lo largo de los años: estable prolongado (de 8 a 9 horas de sueño regulares), estable normal (de 7 a 8 horas regulares), decreciente (de un promedio de más de 8 a menos de 6), creciente (de un promedio de menos de 6 a más de 8) y breve estable (5-6 horas regularmente).
Al final del estudio, de todos los participantes, sólo 455 personas (13,8%) registraron un resultado positivo en todos los criterios de envejecimiento exitoso. De ellos, 307 (aproximadamente dos tercios) dormían constantemente más de siete horas por noche. El grupo con menos sujetos que envejecieron exitosamente fue el que tuvo un sueño corto y estable (sólo el 8,8%).
Por lo tanto, los datos indican lo importante que es el sueño y también sugieren que la disminución de la duración del sueño no debe entenderse como un cambio debido a la edad, sino más bien, observan los autores de la investigación, como un obstáculo para lograr un envejecimiento exitoso.
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