En los restos de la explosión, identificada hace sólo unos años, el grupo de investigación liderado por el Centro Americano de Astrofísica Harvard & Smithsonian descubrió la presencia de una estrella "zombi".
Y aún más intrigante es la forma particularmente inusual de esta última: el estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters ha examinado con un detalle sin precedentes los extraños filamentos que emanan de la estrella, cuya forma se asemeja a la de un diente de león.
Gracias al Observatorio Keck, situado a más de 4.000 metros de altitud en la cima del volcán Mauna Kea en Hawaii, los investigadores dirigidos por Tim Cunningham lograron crear un mapa detallado en 3D de los restos de la supernova y sus filamentos, que se descubrió que viajaban a aproximadamente 1.000 kilómetros por segundo.
Los autores del estudio creen que la explosión que se produjo en 1181 fue provocada por una enana blanca, una estrella pequeña y muy compacta.
Normalmente, esta es completamente destruida por la supernova, pero en este caso una parte de la estrella sobrevivió, dejando atrás al "zombi". Además, según los investigadores, esta explosión atípica es también la causa de la inusual asimetría observada en el material expulsado.
"Nuestro primer mapa 3D nos dice mucho sobre un evento cósmico único que nuestros antepasados ;;observaron hace siglos - afirma Ilaria Caiazzo del Instituto Austriaco de Ciencia y Tecnología y del Instituto Tecnológico de California, una de las autoras del estudio - pero también plantea nuevas preguntas que los astrónomos tendrán que afrontar".
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