Con motivo del Día Internacional del Mediterráneo, instituido en 2014 y que se celebra el 8 de julio, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) publica el informe "No hay salud en un medio ambiente enfermo", cuya primera parte está dedicada al agua y los contaminantes y recuerda que la contaminación del agua provoca aproximadamente 1,4 millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año.
Pero el "Mare nostrum" es también "un inmenso recurso medioambiental y de crecimiento económico", asegura el ministro iitliano de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto, señalando que "todas las opciones de Italia" apuntan a "defender sus prerrogativas ecosistémicas y reforzar su papel como país puente entre países, historias y culturas".
En particular, "Italia quiere invertir en la protección del Mediterráneo", rico en zonas protegidas y parques submarinos como el precioso Santuario de Cetáceos Pelagos.
Desde el punto de vista energético, añade el ministro, "el Mare nostrum es un puente fundamental para conectar las necesidades de desarrollo del continente africano con la vía europea de afirmación de las energías renovables y del desarrollo de nuevas tecnologías, como el hidrógeno".
Pero las formas modernas de contaminación (atmosférica y procedente de sustancias químicas tóxicas), subraya el informe de WWF, "en las dos últimas décadas han provocado un aumento del 66% de las muertes, alcanzando los 9 millones de decesos al año", además de un aumento de las enfermedades.
El Mediterráneo, recuerda ISPRA, es un tesoro de biodiversidad marina en nuestro planeta porque, a pesar de tener sólo una superficie de aproximadamente el 1% de todos los océanos, alberga más de 12 mil especies, entre el 4 y el 12% de las especies globales de la biodiversidad marina.
El informe de WWF destaca que un tercio de la pérdida de biodiversidad global es consecuencia de la degradación de los ecosistemas de agua dulce. En Europa, menos de la mitad (44%) de los ríos y lagos se encuentran en buen o excelente estado ecológico, también desde el punto de vista químico.
En Italia, el 13% de los ríos y el 11% de los lagos no alcanzan el buen estado, pero el 9% y el 20% respectivamente aún no están clasificados.
En cuanto a los mares de Europa, entre el 75 y el 96% de las zonas evaluadas presentan un problema de contaminación.
La reducción de la contaminación debe ser un compromiso colectivo, advierte el WWF, en el que deben participar instituciones, empresas y ciudadanos.
El informe de la ONG concluye que hay que actuar de manera inmediata: de la aplicación de las normas de la UE sobre la protección de las aguas dulces, los mares y los océanos a una mejor aplicación del principio "quien contamina paga".
Y, por último, se necesitan más inversiones públicas y privadas en investigación.
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