Esto es posible gracias al método estadístico desarrollado gracias a una investigación internacional publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B y cuya primera autora es la italiana Camilla Sguotti, del departamento de Biología de la Universidad de Padua.
En el estudio colaboraron el Centro Conjunto de Investigación de la Unión Europea, la Universidad griega de Patras y el Instituto Internacional de Investigación Ganadera de Kenia.
"Los cambios de régimen son cada vez más frecuentes y se producen en muchos sistemas naturales: la desertificación, la transición de ecosistemas marinos complejos como los arrecifes de coral, el derretimiento del hielo son solo algunos ejemplos", observa Sguotti.
Según el Informe global sobre los puntos críticos de los ecosistemas (Global Tipping Point), publicado en el marco de la COP 28 y al que ha contribuido la propia investigadora, "25 sistemas de la biosfera ya han experimentado estas dinámicas", apunta la científica italiana, pero los métodos utilizados hasta ahora para estimar su resiliencia "son difíciles de aplicar a las series temporales de ecosistemas reales, que a menudo son cortas y muy variables".
"Por eso desarrollamos el enfoque CUSPRA, que estima la resiliencia de los ecosistemas a presiones externas", añade. Se trata de la extensión de un modelo matemático-estadístico que permite cuantificar la resiliencia de un ecosistema, calculándola como la distancia a un cambio irreversible.
El impacto elevado y sinérgico de las presiones humanas puede llevar a los ecosistemas a sufrir "cambios de régimen", es decir, variaciones drásticas, inesperadas y a menudo irreversibles: para combatir el cambio climático global es, por tanto, necesario promover y cuantificar la resiliencia de los ecosistemas para preservar los importantes beneficios que nos brindan, entender y anticiparnos a los cambios para gestionar mejor nuestros recursos.
El NUEVO modelo se desarrolló ampliando el "modelo de cúspide estocástica", un modelo matemático-estadístico desarrollado a partir de la teoría de la catástrofe del matemático Thom en la década de 1970.
El enfoque CUSPRA es capaz de identificar la presencia de un cambio de régimen debido a dos presiones sinérgicas y determinar qué tan lejos está el sistema del cambio. Por tanto, a través de este modelo será posible cuantificar la resiliencia de un ecosistema, calculándola como la distancia a un cambio irreversible.
Este nuevo método es innovador en tres aspectos: 1) estima la resiliencia en relación con el efecto sinérgico de dos o más presiones externas, 2) determina la presencia de irreversibilidad en la dinámica de los sistemas y 3) proporciona un indicador simple para la gestión del cambio.
El estudio demuestra la aplicación del método a diferentes sistemas marinos como la población de bacalao en el Mar de Barents o la comunidad de peces del Mar del Norte y el Mar Mediterráneo.
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