Así lo sugiere un estudio del Policlínico San Martino del IRCCS Hospital de Génova, recién publicado en la revista Nature Comunication y dirigido por Alessio Nencioni del Departamento de Medicina Interna y Especialidades Médicas (Dimi) de la Universidad de Génova.
La investigación allana el camino para el uso de algunos fármacos ampliamente utilizados y de bajo coste que tienen en común la capacidad de reducir la producción de colesterol en las células (por lo tanto no sólo las estatinas sino también los fármacos antifúngicos) para combatir determinados tumores como el melanoma, el páncreas y colorrectal.
De hecho, los investigadores realizaron un cribado de centenares de fármacos ya aprobados para otras indicaciones y aplicados a células tumorales cultivadas in vitro, con el objetivo de identificar nuevas estrategias antitumorales seguras y económicas.
El objetivo es 'matar de hambre' a los tumores para luego atacarlos utilizando fármacos conocidos y de bajo coste, utilizados desde hace años con fines completamente diferentes, capaces de detener el crecimiento de las células tumorales, primero aplicados con un 'punto' con ayunos de ciclos cortos.
Así, medicamentos que, como las estatinas, impiden la síntesis de colesterol, crucial para satisfacer las necesidades de nutrientes de las células tumorales, combinados con ciclos cortos de ayuno, podrían convertirse en una terapia de bajo coste para combatir tumores difíciles.
"El tratamiento de los pacientes con cáncer tiene costes muy elevados, que en ocasiones limitan el acceso a terapias eficaces, especialmente en los países de bajos ingresos. Por este motivo, existe un interés creciente en evaluar la posibilidad de 'reciclar' medicamentos no oncológicos, aprobados y se utilizan desde hace algún tiempo para otras patologías: en realidad se trata de medicamentos generalmente de bajo coste, ya que la cobertura de las patentes ha caducado, y que gracias a la experiencia de su uso a gran escala sabemos que tienen un perfil de seguridad a menudo bueno", explica Nencioni, coordinador del estudio junto con Amr Khalifa e Irene Caffa.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que al exponer los tumores a condiciones de "estrés nutricional", es decir, una deficiencia de nutrientes y factores de crecimiento como la que se produce con el ayuno transitorio, sería posible hacerlos vulnerables a otros fármacos de uso común.
Por lo tanto, utilizaron líneas celulares de numerosos tumores, incluidos los de páncreas, colorrectales y melanoma, y ;;después de exponerlas a condiciones que imitaban el ayuno, realizaron un examen de cientos de fármacos de uso común.
"Los resultados muestran que los medicamentos que reducen la síntesis de colesterol, incluidas las estatinas, son capaces de detener el crecimiento de varios tipos de tumores cuando se combinan con ciclos cortos de ayuno semanal", explica Nencioni.
"El ayuno reduce la capacidad de las células tumorales para sintetizar su propio colesterol y también hace que excreten el colesterol que contienen", agrega. "En esta situación, la exposición de los tumores a medicamentos que reducen aún más la producción de colesterol hace que las células malignas experimenten una fuerte deficiencia repentina de este lípido, que es crucial para diversos aspectos de su metabolismo y crecimiento, y por lo tanto, ya no pueden crecer. Nuestros datos confirman la posibilidad de utilizar estatinas como fármacos antitumorales en asociación con el ayuno".
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