Entre el 17 y el 18 de octubre, hubo una maratón de trasplantes de 24 horas en Bambino Gesú (Niño Jesús), donde se salvaron las vidas de cuatro niños, tres de los cuales recibieron un riñón, mientras que a una niña le trasplantaron un hígado.
Los trasplantes se produjeron gracias a un compromiso récord de 40 operadores de las unidades operativas del hospital de la Santa Sede.
El primero de los cuatro pacientes -todos en buen estado- en ser operado fue la paciente más joven.
A los 13 años llevaba 6 meses esperando un trasplante de hígado debido a una cirrosis biliar por atresia de las vías biliares, una rara condición patológica que conduce a la destrucción progresiva de los conductos biliares, los canales encargados de transportar la bilis desde el hígado al intestino.
Posteriormente le siguieron tres operaciones de trasplante renal.
El primero se trataba de un chico de 15 años que padecía hipoplasia renal bilateral, una patología rara que no permite el desarrollo completo de los riñones y por la que el paciente estaba en diálisis peritoneal desde la pasada primavera debido a una insuficiencia renal crónica grave. El segundo paciente trasplantado fue un joven de 16 años, en hemodiálisis crónica desde julio de 2023, por insuficiencia renal crónica provocada por glomeruloesclerosis focal y segmentaria, una patología rara que provoca una cicatrización progresiva (esclerosis) de los glomérulos, es decir, las unidades filtrantes de los riñones.
El último trasplante fue el de un joven de 25 años que llevaba 8 años en hemodiálisis crónica y que ya se había sometido a un primer trasplante de riñón en 2011, que lamentablemente no tuvo éxito.
El joven, cuya patología de base es la uropatía malformativa (malformación grave del tracto urinario), llevaba aproximadamente 7 años en la lista de trasplante de riñón. La condición de hiperinmunidad, es decir, la elevada producción de anticuerpos, desarrollada tras el primer trasplante, hacía muy difícil encontrar un nuevo órgano adecuado sin riesgo de rechazo.
En las intervenciones participaban alrededor de 40 operadores de las distintas unidades operativas del Bambino Gesù, en particular de Cirugía Hepatobiliar-Pancreática, Nefrología y Diálisis, Hepatología, Anestesia y Reanimación, Radiología y Anatomía Patológica, además de la Coordinación de Trasplantes y el Departamento Operativo. "El primer agradecimiento va dirigido a las familias de los dos donantes - afirmó Marco Spada, jefe de la unidad operativa compleja de Cirugía Hepato-Bilio-Pancreática y de Trasplantes de Hígado y Riñón- que, en un momento de gran dolor, abrieron su corazón a los motivos de la solidaridad y la vida para cuatro niños".
"También quiero agradecer a todo el personal sanitario y no sanitario que colaboró ;;en el éxito de las cuatro intervenciones en tan sólo 24 horas, con un gran trabajo en equipo y dedicación personal y profesional".
El Hospital pediátrico Bambino Gesú, ubicado en Roma, cumple su función institucional cristiana prestando servicios públicos en el ámbito sanitario.
El hospital, que fue fundado en 1869, es ahora parte de la red del Sistema Nacional de Salud en la capital en el área extraterritorial administrada por la Santa Sede.
Desde 1980, debido a su prestigio y al fortalecimiento de sus relaciones con el Sistema Nacional de Salud de Italia, se ha convertido en un punto importante de referencia para la pediatría a nivel nacional.
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