Gao, quien actualmente es vicepresidente de la prestigiosa Fundación nacional de Ciencias Naturales de China, hizo estas declaraciones durante una entrevista con la BBC.
El virólogo e inmunólogo, quien es reconocido mundialmente, desempeñó un papel clave en la respuesta a la pandemia y en los esfuerzos por rastrear sus orígenes.
Pekín rechaza cualquier sugerencia de que la infección pueda haberse originado en el Instituto de Virología de Wuhan (WIL), el laboratorio en la ciudad capital de Hubei, donde se detectó el virus por primera vez a fines de 2019.
Gao, sin embargo, fue menos franco sobre el tema y señaló que "siempre se puede sospechar cualquier cosa. Esto es ciencia.
No hay que descartar nada".
En una posible señal de que Pekín puede haber tomado la teoría de la fuga del laboratorio más en serio de lo que sugieren sus declaraciones oficiales, Gao dijo que "el gobierno organizó algo", y agregó que "ese laboratorio (Wil, NDR) fue revisado nuevamente por los expertos".
Este es el primer reconocimiento de una investigación oficial: el científico dijo que no había visto los resultados, pero que había "escuchado" que el laboratorio había aprobado el examen.
"Creo que la conclusión es que están siguiendo todos los protocolos. No han encontrado ningún delito", declaró.
Una de las hipótesis más acreditadas es que el virus se transmitió de murciélagos a humanos, quizás a través de otros animales.
Un escenario acreditado hasta ahora por muchos científicos, pero otros señalaron que no hay suficiente evidencia para descartar la principal posibilidad alternativa: que el virus haya infectado a alguien involucrado en una investigación diseñada para comprender mejor la amenaza de los virus producidos naturalmente. Ambos se basan en esa idea de falta de pruebas.
"Realmente no sabemos de dónde viene el virus, la pregunta sigue abierta", concluyó Gao.
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