El Istituto Superiore di Sanità (ISS) celebrará el 90º aniversario de su nacimiento con la presencia del mandatario italiano, Sergio Mattarella.
Se trata del principal organismo de investigación en salud pública de Italia.
Fue fundado el 21 de abril de 1934 en Roma, dependiente del Ministerio del Interior y con el nombre de Instituto de Salud Pública.
En esa época, Italia era todavía un país con un alto porcentaje de analfabetos, con diferencias regionales y de género muy grandes, y con una esperanza de vida media de apenas poco más de 50 años.
Y eso porque, entre otras cosas, era un país todavía afectado por la malaria que se cobraba miles de víctimas.
Fue precisamente la lucha contra la malaria lo que impulsó su nacimiento y crecimiento.
Con el paso de los años, se desarrollaron estrategias cada vez más eficaces para combatir los insectos vectores de la enfermedad, lo que condujo a una clara disminución de los casos de malaria, especialmente gracias al uso del DDT (cuyos peligros aún no se conocían).
En 1971, la Organización Mundial de la Salud declaró a Italia país libre de la enfermedad.
De 1935 a 1961, bajo la dirección de Domenico Marotta, trabajaron en el Instituto cuatro premios Nobel, desde Ernst Boris Chain hasta Daniel Bovet.
En 1963 llegó al Instituto la premio Nobel Rita Levi-Montalcini. Un micrótomo, seis portaobjetos, un soporte para portaobjetos, una cinta transportadora y un portacintas fue lo que pidió a Bovet, quien en 1963 dirigía el Laboratorio de Química Terapéutica del Instituto.
De hecho, la ISS fue el primer lugar que la recibió cuando regresó a Italia, después de haber estado en Estados Unidos.
En tanto, en 1973, el Instituto estuvo en primera línea en la lucha contra la epidemia de cólera en Nápoles y tres años más tarde, el 10 de julio de 1976, sus expertos estuvieron entre los primeros en intervenir durante la catástrofe de Seveso, en la que se liberó una nube tóxica de dioxinas.
El 23 de noviembre de 1980, tras el terremoto de Irpinia, la institución elaboró ;;un plan para superar las emergencias sanitarias e intervino sobre el terreno con sus expertos.
Los años 1990-2000 fueron, en cambio, los de proyectos de investigación para luchar contra el sida, mientras que en 2000-2010 se comprometió a combatir el SARS, la gripe aviar y la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (la llamada vaca loca).
Por último, en 2020, la emergencia pandémica puso al Instituto en primera línea, vigilando la infección por SarsS-Cov-2, en colaboración con las Regiones, y desarrollando protocolos para la contención de la epidemia.
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