El tricampeón mundial neerlandés Max Verstappen celebró por partida doble pues conquistó la primera "Sprint Race" del año en Shanghai y luego festejó la centésima pole position en la Fórmula 1 de Red Bull, que verá partir en punta a sus dos pilotos en el Gran Premio de China, quinto de la temporada.
    Verstappen dio cátedra con una demoledora actuación en la Sprint Race, en la que partió desde el cuarto casillero y supo esperar el momento justo para tomar por asalto la punta de la competencia superando al británico Lewis Hamilton, que lideraba desde la largada con Mercedes.
    Su compatriota Lando Norris cedió la primera posición desde la que había largado con McLaren y cayó al quinto puesto en el inicio de una prueba vibrante que tuvo momentos de altísima tensión y se saldó con el neerlandés en la cima, escoltado por el séptuple campeón mundial y por su compañero de equipo, Sergio Pérez.
    El mexicano también mostró sus condiciones en la primera de seis "Sprint Race" del año y en una sola maniobra logró adelantarse a los españoles Fernando Alonso, hasta entonces tercero y quien luego se vio forzado a abandonar, y Carlos Sainz, quien además mantuvo un duelo caliente con su compañero en Ferrari, Charles Leclerc.
    En esa puja, prevaleció el monegasco, que finalizó cuarto, aunque no lucía muy conforme después del riesgo que corrió en una disputa que pudo haber dejado a ambos pilotos de la escudería italiana fuera de la competencia, en la que Sainz, que terminó a sus espaldas tras resistir los embates de Norris.
    Verstappen celebró escoltado por un Hamilton que luego terminó decepcionado en la clasificación al quedarse afuera en el primer corte, en el que casi se despide también Pérez, quien logró enderezar el rumbo y peleó por la pole hasta el final.
    Pero fue el neerlandés el que celebró su quinta pole de la temporada, la octava consecutiva y la trigésimo séptima en la máxima categoría.
    Red Bull, que había recuperado la hegemonía en el Gran Premio de Japón, refrendó sus aspiraciones en Shanghai, circuito que vuelve al calendario después de cuatro temporadas de ausencia (por la pandemia) y en el que celebró sólo con el alemán Sebastian Vettel en 2009 y con el australiano Daniel Ricciardo en 2018.
    Verstappen, que se adjudicó la pole con un giro de 1'33"660, intentará festejar su primera victoria en China, la cuarta de una temporada en la que sólo Sainz logró interrumpir su dominio en Australia, pero habrá que estar atentos a Pérez, quien cerró en la clasificación muy cerquita de su compañero (1'33"982) y promete dar batalla.
    "Este es un resultado increíble para todo la escudería", afirmó el neerlandés que ahora manda en el campenato con 15 puntos de ventaja sobre Pérez, a 21 puntos de distancia de Leclerc y a 26 de Sainz, quienes deberán trabajar en equipo si aspiran a pelear arriba puesto que partirán desde la tercera y la cuarta fila.
    En la segunda estarán dos que buscan revancha, Alonso (que mostró toda su experiencia en la "Sprint Race" hasta que el leve toque con Sainz cuando peleaban la posición dejó con "heridas" a su Aston Martin y lo obligó a abandonar) y un Norris decepcionado por no haber podido capitalizar la pole en esa competencia.
    El potencia del McLaren en Shanghai quedó plasmado también en el quinto tiempo logrado por el australiano Oscar Piastri, que moverá junto a un Leclerc que reconoció que "el objetivo es el podio" al explicar que "hoy sacrificamos algo en términos de equilibrio para la gestión de la carrera y perdimos el feeling que teníamos con la SF-24 por efecto del viento".
    Más sereno lucía al hacer su análisis luego del malhumor que no podía ocultar por aquella arriesgada maniobra con Sainz en la "Sprint Race", tras la cual se quejó: "Carlos se pasó de la raya", a lo cual el español respondió luego: "¿Realmente dijo eso? Entonces pido disculpas".
    Sainz saldrá desde el séptimo casillero junto con el Mercedes del británico George Russell tras limitar los daños que sufrió por sus duelos en la "Sprint Race" y por su despiste en el segundo corte clasificatorio que obligó a interrumpir las acciones.
    "Cometí un error al tocar los bordes de la pista y luego la grava, pero pude corregir la trayectoria y terminé golpeando contra las barreras", explicó el español al relatar lo sucedido, pese a lo cual su SF-24 no sufrió daños en la suspensión como se suponia y tras reemplazar la trompa de la máquina regresó a pista.
    "Esperábamos algo más, pero terminamos padeciendo demasiado", admitió Frederic Vasseur, jefe del equipo Ferrari, que se mostró moderadamente optimista: "Tuvimos un buen ritmo en la larga distancia, pero debemos entender por qué en la Sprint no había tanta distancia con Verstappen como en la clasificación".
    En relación con la estrategia "conservadora" a la que apuntó Leclerc, Vasseur respondió: "Los puntos importantes son los que se suman el domingo".
    Qué decir de Hamilton, que lucía una sonrisa de oreja a oreja y reconocía tras su segundo puesto en la "Sprint Race" que hacía tiempo no vivía una alegría así en la máxima categoría, situación que contrastó con su decepcionante actuación en clasificación relegándolo a la penúltima fila.
    "Haré lo mejor que pueda, pero es obvio que el decimoctavo puesto no es un buen punto de partida", admitió el británico que correrá en Ferrari la próxima temporada y que, salvo una catástrofe, difícilmente logre pelear con su Mercedes por un triunfo como el que logró en la última edición de este Gran Premio en 2019, cuando festejó su sexta victoria.
    Más opciones parece tener Alonso de celebrar por tercera vez en China (lo hizo con Renault en 2005 y le regaló a Ferrari su último triunfo en Shanghai en 2013,) aunque resulta utópico imaginar que logrará interrumpir el dominio de Red Bull.
    Su escudería, Aston Martin, con la que acaba de renovar el vínculo, pareció más enfocada en "pasarle factura" a Sainz, quizás por aquel toque que dejó fuera de competencia al asturiano en la "Sprint Race", y presentó un reclamo oficial ante la FIA relacionado con la participación del piloto de Ferrari en la clasificación.
    Fue al aludir al artículo 39,6 del reglamento, según el cual "un piloto cuya máquina se detiene en el circuito durante una sesión de las pruebas de clasificación no puede ser admitido y tomar parte en la siguiente sesión", como no sucedió con Sainz, quien tras su despiste regresó y pudo completar la misma, sin haber recibido asistencia para retornar a boxes.
   

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