Un caso gravísimo que provocó, pocas horas después de la confirmación oficial - tras el avance del Spiegel - la convocatoria del embajador ruso ante el Ministerio de Asuntos Exteriores y el anuncio de un aumento de las medidas de seguridad por parte del ministerio del Interior.
La línea del gobierno alemán, en tanto, no cambia.
"No nos dejaremos intimidar y seguiremos brindando un apoyo masivo a Ucrania", dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser.
Mientras Annalena Baerbock, en Capri durante el segundo día del G7 de ministros de Asuntos Exteriores, reaccionó con un encendido mensaje sobre la red social X: "La sospecha de que (el presidente ruso, Vladimir) Putin contrata agentes nuestros para ataques en territorio alemán es extremadamente grave. No permitiremos que Putin Traigan su terrorismo a Alemania. Esto se lo comunicó hoy al embajador ruso en la citación".
La noticia de las detenciones llega el día en que el canciller Scholz, en Bruselas, recordó a sus socios que su Gobierno ha suministrado dos sistemas de defensa antiaérea Patriot, animando a los aliados a hacer su parte, mientras que el número dos del ejecutivo, el verde Robert Habeck apareció inesperadamente en Kiev también para hablar de reconstrucción.
Volviendo a la operación ordenada por la fiscalía federal, el miércoles por la mañana fueron detenidos Dieter S., de 39 años, y Alexander J., de 37, nacidos en Rusia pero ambos también de nacionalidad alemana.
La atención de los investigadores se centró sobre todo en el primero, un exmiliciano que operó entre los separatistas prorrusos en el este de Ucrania de 2014 a 2016.
Las investigaciones revelaron que el hombre había estado en contacto desde el pasado octubre con algunos de los rusos para consultar sobre posibles acciones de sabotaje en Alemania.
En particular, se habría puesto a disposición para realizar emboscadas incendiarias y explosivas, especialmente en infraestructuras y emplazamientos industriales utilizados con fines militares.
Entre los posibles objetivos se encuentran también bases de soldados estadounidenses en la República Federal, como la de Grafenwoehr, en Renania-Palatinado, reveló la prensa internacional. El segundo detenido, Alexander J., habría colaborado en los planes sólo desde marzo.
Los investigadores registraron los domicilios de ambos.
Mientras Bild informaba sobre el apartamento de dos habitaciones de 50 metros cuadrados, en uno de los edificios adosados ;;de un pequeño pueblo de Baviera, Heinersreuth, en la zona de Bayreuth, donde vivía el excombatiente sin despertar sospechas de los vecinos, que lo definen como una forma normal y respetuosa.
Mientras los medios de comunicación alemanes se preguntan, ante la amenaza evitada, hasta qué punto Alemania está expuesta a las represalias rusas por su apoyo a Ucrania, en Polonia también fue detenida una espía al servicio de Moscú que, según se dijo, había planeado un ataque contra El presidente Volodymyr Zelensky.
En este caso fue Pawel K., quien acabó esposado, acusado de haber trabajado para "recopilar y proporcionar información a los servicios secretos militares de la Federación Rusa, en particular para ayudar a los servicios especiales rusos a planificar un posible ataque contra el presidente ucraniano Zelensky" , como se afirma en un comunicado de la fiscalía polaca.
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