(ANSA) - PARIS 7 ENE - Jean-Marie Le Pen, quien falleció hoy
a los 96 años, fue ñla auténtica "bestia negra" de la política
francesa de extrema derecha, conocido por minimizar el
Holocausto al llamarlo un "detalle de la historia" y por pasar
medio siglo generando indignación sobre la inmigración.
Cofundador del Frente Nacional, más tarde renombrado como
Agrupación Nacional, finalmente fue expulsado del partido por su
hija Marine debido a su antisemitismo.
Ex paracaidista, Le Pen conmocionó a Francia en 2002 al
llegar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que
fueron ganadas por Jacques Chirac.
Le Pen, quien parecía más cómodo en el papel de provocador
que de aspirante a presidente, se mostró tan sorprendido como
todos por su espectacular avance. Años después, se jactó de que
el ascenso de la extrema derecha en toda Europa demostraba que
sus ideas habían pasado al discurso dominante.
Nacido en el puerto de La Trinité-sur-Mer, en la región de
Bretaña, el 20 de junio de 1928, era hijo de una costurera y un
pescador. El barco pesquero de su padre chocó contra una mina
durante la Segunda Guerra Mundial, lo que le costó la vida, una
pérdida que marcó profundamente al joven Le Pen.
Ansioso por entrar en acción, Le Pen se ofreció como
voluntario en dos guerras en colonias francesas: la Primera
Guerra de Indochina (1946-1954) en Vietnam y luego en Argelia
(1954-1962).
Poco después de regresar de Argelia, entró en la política y
se convirtió en el diputado más joven de Francia con 27 años al
ser elegido en 1956.
Sin embargo, no pudo resistir la atracción del campo de
batalla. Ese mismo año, participó en la expedición militar
franco-británica para tomar el Canal de Suez y, unos años
después, se unió a las fuerzas que luchaban por mantener Argelia
como territorio francés.
Como en Vietnam, se enfureció al ver que Francia perdía sus
colonias y acusó al héroe de la Segunda Guerra Mundial, Charles
de Gaulle, de "ayudar a hacer pequeña a Francia" al conceder la
independencia a Argelia.
Orador consumado y abogado de formación, canalizó la ira de
los derechistas nostálgicos del imperio y de los colonos
franceses obligados a huir del país norteafricano. El parche que
usó en el ojo durante años añadía un aire combativo a su figura.
Años después, reveló que perdió su ojo al clavar una estaca de
tienda y no, como muchos creían, en una pelea.
En 1972, cofundó el Frente Nacional (FN), anunciado como un
partido "nacional, social y popular", y dos años después lanzó
su primera candidatura presidencial.
Los primeros años fueron tumultuosos, con su racismo y
antisemitismo descarados tocando fibras sensibles en un país aún
marcado por el régimen colaboracionista de Vichy durante la
Segunda Guerra Mundial.
En 1976, una bomba estalló en el edificio de apartamentos en
París donde vivía con su esposa Pierrette y sus tres hijas, e
hirió levemente a seis personas, pero dejando ilesos a los Le
Pen.
Ocho años después, Pierrette abandonó el matrimonio y poco
después posó casi desnuda para la revista *Playboy* vestida de
criada francesa, una respuesta irónica al consejo de su marido
de buscar trabajo como empleada doméstica.
El primer gran avance electoral del FN llegó a mediados de
la década de 1980, cuando el partido ganó 35 escaños en el
parlamento. Sin embargo, su fortuna fluctuó drásticamente en las
dos décadas siguientes, en parte debido a cambios en el sistema
electoral que favorecían a los partidos grandes.
El mensaje de Le Pen permaneció inalterado, atacando la
inmigración, la élite política y la Unión Europea, a pesar de
que él mismo fue miembro del Parlamento Europeo durante más de
30 años.
En 2007, Le Pen afirmó que Nicolas Sarkozy, hijo de un
inmigrante húngaro que llegó a la presidencia, no era lo
suficientemente francés para ocupar el cargo. Advirtió que la
inmigración africana "subyugaría" al país y afirmó que la
ocupación nazi del norte de Francia durante la Segunda Guerra
Mundial "no fue particularmente inhumana".
Pero fueron sus comentarios sobre el Holocausto, al que
repetidamente llamó un "detalle" de la historia, los que
causaron mayor consternación. Este comentario le valió el apodo
de "el Diablo de la República" y una serie de condenas por
antisemitismo y racismo.
También provocó una ruptura con su hija Marine, quien tras
asumir el liderazgo del partido en 2011 emprendió una misión
para limpiar la imagen del FN. Ella llamó a este proceso
"desdiabolización", en una aparente referencia al legado de su
padre.
Cuatro años de tensa coexistencia política entre padre e
hija terminaron en un enfrentamiento en 2015, cuando Marine lo
expulsó del partido por sus comentarios sobre el Holocausto.
La humillación definitiva para Le Pen llegó cuando Marine
abandonó la marca Frente Nacional a principios de 2018. "Para
desvincularse de mí, tendría que suicidarse", dijo al periódico
Journal du Dimanche.
Sin embargo, le aguardaba más ignominia. Su adorada nieta,
Marion Maréchal-Le Pen, una exdiputada carismática considerada
una futura líder de la extrema derecha, también se distanció del
apellido familiar. Cambió su nombre en las redes sociales a
simplemente Marion Maréchal.
"Quizás Marion piensa que es un peso demasiado grande de
llevar", se quejó su abuelo.
Su antiguo partido, ahora llamado Agrupación Nacional, ha
logrado avances significativos en la política europea y francesa
bajo el liderazgo de Marine Le Pen. Amplió su bancada en el
Parlamento Europeo de este año y se convirtió en el mayor
partido único en las elecciones generales posteriores en
Francia. (ANSA).