(ANSA) - SEUL, 07 GEN - Los investigadores surcoreanos
anticorrupción consiguieron el martes una nueva orden de
detención por insurrección contra el destituido presidente Yoon
Suk-yeol, cuyo fallido intento de imponer la ley marcial sumió
al país en el caos.
El ex fiscal se ha negado tres veces a ser interrogado
después de que su fallido decreto de ley marcial del 3 de
diciembre sumiera a Corea del Sur en su peor crisis política en
décadas y llevara al Parlamento a destituirlo con un
impeachment.
Mientras los funcionarios de la lucha contra la corrupción
y la policía recibían una nueva orden del mismo tribunal que
emitió la primera, Yoon seguía atrincherado en su residencia
rodeada de cientos de guardias que ya impidieron un primer
intento de detenerlo.
"La orden de detención solicitada de nuevo contra el
sospechoso Yoon se ha emitido hoy por la tarde", informó el
Cuartel General de Investigación Conjunta en un comunicado.
La Oficina de Investigación de la Corrupción (CIO), que
dirige la investigación sobre el presidente, ha mantenido en
secreto la duración de la orden que solicitó tras expirar la
inicial de siete días.
Si los investigadores consiguen detener a Yoon, se
convertiría en el primer presidente surcoreano en ejercicio en
ser arrestado. Pero solo dispondrían de 48 horas para solicitar
otra orden de arresto, con el fin de mantenerlo detenido, o
verse obligados a ponerlo en libertad.
Los funcionarios anticorrupción han solicitado más tiempo y
ayuda debido a las dificultades a las que se han enfrentado,
entre ellas la de ser recibidos por cientos de guardaespaldas
cuando entraron en la residencia presidencial de Yoon el
viernes.
Yoon está siendo investigado por cargos de insurrección y,
si es detenido formalmente y condenado, se enfrenta a la cárcel
o, en el peor de los casos, a la pena de muerte.
Sus abogados han afirmado en repetidas ocasiones que la
orden inicial era "ilegal" y han prometido emprender nuevas
acciones legales contra ella. Su argumento es que la CIO carece
de autoridad para investigar porque la insurrección no está
incluida en la lista de delitos que puede investigar.
El jefe del CIO, Oh Dong-woon, se disculpó el martes por el
fallido primer intento de detención.
"Debo expresar mis sinceras disculpas al público por el
fracaso en la ejecución de la orden de detención debido a las
medidas de seguridad adoptadas por el Servicio de Seguridad
Presidencial", declaró Oh ante los legisladores en la Asamblea
Nacional.
Los guardias presidenciales de Yoon se negaron a ceder
durante un enfrentamiento de seis horas en su residencia el
viernes, que además estaba rodeada por cientos de seguidores del
expresidente.
El CIO se creó hace menos de cuatro años y cuenta con menos
de 100 empleados, que aún no han instruido ni un solo caso.
"Naturalmente, no tienen experiencia previa en detenciones, y
mucho menos en algo tan importante como detener al presidente",
dijo Yun Bok-nam, presidente de Abogados por una Sociedad
Democrática, que no participa en la investigación.
El opositor Partido Democrático de Corea del Sur informó el
lunes que había presentado una denuncia contra el presidente en
funciones, Choi Sang-mok, por "negligencia en el cumplimiento
del deber", después de que este no interviniera como le habían
pedido.
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ha fijado el 14
de enero para el inicio del juicio político contra Yoon, que se
celebraría en su ausencia si no asiste.
Los medios de comunicación locales informaron de que era
probable que compareciera el día de la apertura, pero el abogado
de Yoon dijo que su comparecencia aún estaba "por decidir".
Los expresidentes Roh Moo-hyun y Park Geun-hye nunca
comparecieron en sus juicios de destitución de 2004 y 2016-2017,
respectivamente.
El tribunal tiene hasta 180 días para determinar si
destituye a Yoon o lo restituye como presidente.
El legislador del partido de la oposición Youn Kun-young
declaró a los medios locales que la residencia de Yoon se estaba
"convirtiendo en una fortaleza", y advirtió que los guardias
estaban instalando alambre de espino y barricadas de vehículos.
Muchos simpatizantes también han acampado frente a su
residencia a pesar de las bajas temperaturas.
Aunque las autoridades no han podido llegar hasta Yoon, el
equipo conjunto de investigación ha perseguido a los altos
mandos militares responsables del plan de ley marcial, que en su
mayoría han sido encarcelados. (ANSA).