(ANSA) - VIENA 6 ENE - Después de meses de estancamiento y de
varios intentos por formar una mayoría que excluyera al partido
de extrema derecha ganador de las elecciones, Austria se ha
visto obligada a encomendar al líder del FP™, Herbert Kickl, el
mandato para intentar formar un gobierno.
"No ha sido una decisión fácil", destacó el presidente de la
República de Austria, Alexander Van der Bellen, al otorgar el
mandato, pero aclaró que "el señor Kickl considera que puede
encontrar soluciones viables".
A 100 días de las elecciones legislativas del 29 de
septiembre, en las que el FP™ logró un sorprendente 29 % de los
votos, la decisión del jefe de Estado fue inevitable, tras el
fracaso de las negociaciones para una coalición entre el partido
socialdemócrata (SP™), los populares (™VP) y los liberales
centristas de NEOS.
Esta coalición habría sido liderada por el canciller
saliente y líder de los populares, Karl Nehammer, y estaba
diseñada para mantener a la extrema derecha fuera del gobierno
nacional.
Van der Bellen habló de una "nueva situación" después de que
los conservadores, bajo el liderazgo interino de Christian
Stocker, tras la dimisión de Nehammer, declararan el domingo
negociarían con la extrema derecha si eran invitados, un cambio
drástico en la postura de rechazo mantenida hasta ahora.
"Este país necesita un gobierno estable en este momento y no
podemos seguir perdiendo el tiempo con campañas electorales",
afirmó Stocker.
El nombramiento de Kickl, conocido por sus simpatías
neonazis apenas disimuladas, preocupa a muchos austríacos y gran
parte de Europa. Hoy, cientos de personas protestaron frente a
la presidencia en el palacio Hofburg de Viena, coreando "Fuera
nazis!" y mostrando carteles con el mensaje "No queremos una
Austria gobernada por extremistas de derecha".
Ahora, Kickl tiene la oportunidad histórica de cumplir su
sueño de convertirse en el "Volkskanzler" (Canciller del
Pueblo), un término que le gusta utilizar y que también empleaba
Adolf Hitler.
Durante su encuentro con Kickl, el presidente subrayó que el
nuevo gobierno deberá respetar los principios fundamentales de
la Unión Europea, incluyendo los valores democráticos, la
libertad de prensa y los derechos civiles, que son pilares
innegociables en cualquier negociación para formar una
coalición.
Aunque muchos analistas consideran "muy probable" una
coalición ™VP-FP™, un factor de incertidumbre son las elecciones
regionales del 19 de enero en Burgenland, una región al este de
Austria que limita con Hungría y Eslovaquia, y que
históricamente ha sido gobernada por el partido socialdemócrata.
Este voto será una prueba crucial para las fuerzas políticas
austriacas en un momento particularmente delicado, y podría
tener implicaciones importantes para la composición de la futura
coalición de gobierno. (ANSA).