Por Manuela Tulli
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 06 GEN - El punto de inflexión
histórico estaba en el aire desde hacía algún tiempo: el Papa
había dicho varias veces que quería nombrar a una mujer como
jefa de un dicasterio y hoy decidió que sor Simona Brambilla
será prefecta del que se ocupa de las órdenes religiosas.
Junto a ella estará un pro-prefecto, el cardenal Angel
Fernández Artime, histórico rector de los Salesianos.
Otro nombramiento importante, llegado hoy, es el del
cardenal Robert McElroy, que dirigirá la diócesis de Washington.
Es una de las figuras más progresistas de la Iglesia de Estados
Unidos. Defensor de los derechos de los inmigrantes y de las
personas LGBTQ+, McElroy, hasta ahora obispo de San Diego, nunca
ha ocultado sus críticas a la política migratoria del nuevo
presidente estadounidense, Donald Trump.
Por tanto, una mujer asciende a uno de los puestos más altos
de la jerarquía vaticana. Es religiosa, misionera, pero también
experta en la lucha contra los abusos, una de las cuestiones más
delicadas en las órdenes de la vida consagrada.
Proviene de esa congregación, los Misioneros de la
Consolata, que tiene entre sus cardenales a Gilfredo Marengo,
misionero en Mongolia, y que fue fundada por el sacerdote
turinés Giuseppe Allamano a quien el Papa quiso proclamar santo
el pasado mes de octubre.
Sor Brambilla nació en Monza el 27 de marzo de 1965. Después
de obtener el diploma profesional de enfermería en 1986, ingresó
en 1988 en el Instituto de las Hermanas Misioneras de la
Consolata, donde emitió su primera profesión religiosa en 1991.
En 1998 obtuvo la licenciatura en psicología en el Instituto
de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana. En 1999
viajó a Mozambique, donde trabajó en la pastoral juvenil en el
Centro de Estudios Macua Xirima de Maua. De 2002 a 2006 fue
profesora del Instituto de Psicología de la Pontificia
Universidad Gregoriana.
En 2011 fue elegida Superiora General del Instituto de las
Hermanas Misioneras de la Consolata, y reelegida en 2017, hasta
mayo de 2023. Desde 2019 es miembro del Dicasterio para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica. A partir de hoy es la prefecta.
La otra cita de hoy concierne a la Iglesia estadounidense:
el Papa envía a Washington un cardenal anti-Trump, especialmente
en lo que respecta a la protección de los derechos de los
inmigrantes.
Un mensaje claro para el nuevo presidente que asumirá el
cargo el 20 de enero. Trump, por su parte, anunció el 20 de
diciembre que Brian Burch sería el nuevo embajador ante la Santa
Sede.
Burch, fundador de CatholicVote, es conocido por sus
críticas abiertas al pontificado del Papa Francisco y por sus
posiciones fuertemente conservadoras. Por tanto, elecciones de
ambas partes que subrayan su identidad y sus objetivos. Incluso
si la Santa Sede todavía mira a Trump para entender si su
presidencia puede desempeñar un papel en la pacificación de los
conflictos en curso en muchas áreas del planeta.
El nombramiento de McElroy - que sustituye al cardenal
Wilton Gregory, de 77 años, que dirige desde 2019 la
archidiócesis de Washington, donde fue el primer arzobispo
afroamericano, llega en vísperas del encuentro entre el Papa y
el presidente saliente Joe Biden, previsto para el viernes 10 de
enero. (ANSA).