Por Paolo Biamonte
(ANSA) - ROMA 6 ENE - Elvis Aaron Presley habría cumplido 90
años este 8 de enero: hoy, las casas de apuestas británicas
cotizan a cinco mil a uno su reaparición con pruebas
irrefutables.
En 2016 las apuestas estaban a 2000, al igual que la
elección de Kim Kardashian como presidenta de Estados Unidos,
pero a 5000 estaba la victoria del Leicester en la Premier
League, algo que sucedió, de la mano del italiano Claudio
Ranieri, una de las hazañas deportivas, que generó a quienes la
acertaron entre 25 y 50 millones de libras.
Alguien que sigue apostando por el regreso de "El Rey"
siempre habrá, y más en esta época de conspiraciones siempre
nuevas, con un lobby de adoradores de Elvis convencidos de que
está encadenado en un laboratorio donde se estudian nuevas
vacunas o en el sótano de una fundación que busca nuevas formas
de convivencia civil entre estados.
Y si volviera ¨quién le explicaría lo que es el autotune o
el hecho de que podría ni siquiera molestarse en volver porque
la reproducción de su voz la hace la inteligencia artificial?
¨Cómo reaccionaría el pobre Elvis ante la noticia de que esta
Navidad "White Christmas" se convirtió en un dueto entre Bing
Crosby y V de BTS y que ahora la música de Corea se llama K Pop
y conquistó el mundo?
El, que desde luego no era un progresista, convertiría
Graceland en una fortaleza inexpugnable como los protagonistas
de "1941 - Alarma en Hollywood"?
Volviendo a la realidad y alejándonos de la industria de la
memoria que hace de Graceland, su mansión de Memphis, uno de los
monumentos más visitados de Estados Unidos, lo que realmente
queda de Elvis es el mito fundacional del Rock'n'roll: no la
inventó él, pero lo convirtió en la banda sonora de una
revolución que hizo época liderada por un nuevo sujeto
sociológico, el joven.
Para decirlo muy breve, en la industria del rock le deben
algo, y no solo, por supuesto, los cantantes superestrellas.
Hay que pensar en la inmensa contribución dada a la
codificación del rock'n'roll por el legendario trío de primeros
acompañantes, Scotty Moore, guitarra, Bill Black, bajo y DJ
Fontana batería: ellos son los que aparecieron en el Ed Sullivan
Show, son ellos quienes señalaron el camino para las
generaciones venideras.
Pero no solo eso: para ampliar el campo, antes de Elvis
nunca había habido una forma similar de estrellato tan
abiertamente ligada al poder subversivo de la música y la
sexualidad explícita.
Su absurda aventura como estrella cautiva de su mánager, el
coronel Tom Parker, él mismo y sus contradicciones hacen olvidar
que Elvis era un inmenso cantante muy por encima de su carácter,
su triste declive como estrella caída en Las Vegas de su
prematura muerte a los 42 años en el cuarto de baño de
Graceland.
También hay que tener en cuenta que Presley creció en la
época acelerada del nacimiento del rock: en 1955 era un dios a
la cabeza de una revolución, en 1964, cuando los Beatles
aparecieron en el Show de Ed Sullivan, ya estaba anticuado, en
1968, el año de su sonado regreso, para el público era un
anciano (tenía 33 años), cuando murió en 1977 ya existía el Punk
y él era un dinosaurio. Que se lo digan a Mick Jagger. (ANSA).