(ANSA) - TEHERAN, 06 GEN - La detención de la periodista
italiana Cecillia Sala no tiene relación con la detención en
Italia del ciudadano iraní Mohammad Abedini Najafabadi por
mandato estadounidense, acusado de exportar tecnología sensible
a Irán y de violar las sanciones de Washington, afirmó el
portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Teherán, Esmail
Baghaei.
"La periodista italiana fue detenido por violar las leyes
iraníes", mientras que, por el contrario, "la medida adoptada
por Estados Unidos contra Abedini es una especie de toma de
rehenes", añadió Baghaei.
El caso Sala, detenida el 19 de diciembre en Teherán, es
objeto de una investigación, subrayó, además, Baghaei.
"La periodista italiana fue arrestado por 'violación de
las leyes de la República Islámica (de Irán)', como dijo en un
comunicado el departamento de medios extranjeros del Ministerio
de Cultura y Orientación Islámica", añadió.
"El anuncio sobre los últimos acontecimientos y detalles
del caso corresponde al portavoz del poder judicial (Asghar
Jahangir)", se lee en su comunicado semanal.
Los padres de Sala pidieron el viernes discreción y
silencio a los medios de comunicación para evitar que la
solución a su caso sea aún "más complicada y remota". "Hemos
decidido abstenernos de hacer declaraciones y apelamos a los
medios de comunicación pidiendo silencio a la prensa", dijeron
en un comunicado Renato Sala y Elisabetta Vernoni, progenitores
de la reportera de 29 años, arrestada con la acusación de
"violar las leyes" de la República islámica.
En los últimos días, a medida que la situación de Sala se
hacía compleja, su caso ha ido ganando peso mediático y es uno
de los temas principales en los informativos y principales
periódicos del país. "La fase a la que hemos llegado es muy
delicada y la sensación es que el gran debate mediático sobre lo
que se puede o se debe hacer corre el riesgo de prolongar el
tiempo y hacer que la solución sea más complicada y remota",
alertaron los padres.
El Gobierno de Italia pidió el jueves la liberación
inmediata de Sala, colaboradora del periódico italiano Il
Foglio, que había entrado a Irán con un visado de periodista
para trabajar sobre terreno en el país. Su caso ha tensado las
relaciones de Teherán con Roma y está ligado a la detención el
pasado 16 de diciembre -tres días antes del arresto de Sala en
Irán- del ingeniero iraní Mohammad Abedini, que fue apresadi por
Italia en el aeropuerto de Milán a raíz de una petición de
extradición por parte de Estados Unidos.
Washington lo acusa de terrorismo y de haber proporcionado
información a la Guardia Revolucionaria iraní, que habría
servido a este cuerpo para hacer un ataque con drones contra una
base militar en Jordania en la que murieron tres soldados
estadounidenses. Según argumentan medios y analistas
internacionales, Irán estaría usando a Sala como moneda de
cambio para lograr la liberación de Abedini o evitar su
extradición en Estados Unidos.
Según el Financial Times, la rápida y sorpresiva visita de
Giorgia Meloni para una cena en Mar-a-Lago con Donald Trump se
produce en un momento en el que la primera ministra afronta "su
desafío diplomático más duro desde que asumió el cargo" marcado
por "protestas políticas internas por el arresto en Irán de la
periodista italiana Cecilia Sala".
El viaje de la primera ministra italiana para encontrarse
con el presidente electo es un intento, añade el periódico
británico, de "reforzar las relaciones" con Trump "antes de su
toma de posesión".
Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia, el partido de
Meloni, NDR) espera que "la afinidad ideológica entre los dos
líderes" ayude a Meloni "a emerger como uno de los principales
interlocutores europeos ante Trump", subraya el Financial Times,
recordando el "entusiasmo" expresado por el presidente electo
estadounidense hacia la premier: "También nos reunimos el mes
pasado en París durante la reapertura de la catedral de
Notre-Dame", subrayó el magnate.
Además, en la sección de comentarios del periódico de la
City de Londres habla también de Meloni como exponente de una de
las tres corrientes de la "nueva derecha" europea, que también
se verá afectada por el posicionamiento político de Trump,
destacando la labor y el "estrecho contacto" de la primera
ministra con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von
der Leyen, su apoyo a la "autodefensa de Ucrania contra Rusia" y
su posición "firme" en el campo pro-OTAN. (ANSA).