Por Manuela Tulli
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 05 GEN - La guerra "es siempre
una derrota", repitió hoy el papa Francisco cuando, en el
Angelus, pidió la paz para las tierras atormentadas por los
conflictos: Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar y
Sudán.
Luego el pontífice lanzó un llamamiento específico a la
comunidad internacional para pedir "firmemente" el respeto de
los derechos humanos en todas partes.
Se trata de un mensaje que se hace eco de las palabras que
le atribuyó ayer la agencia iraní IRNA, en referencia directa al
primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y que el Vaticano
nunca ha desmentido.
"La comunidad internacional debe actuar con firmeza para
garantizar que se respete el derecho humanitario en los
conflictos. Dejen de atacar a los civiles, dejen de atacar las
escuelas, los hospitales, dejen de atacar los lugares de
trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota,
siempre", afirmó.
También en el Ángelus, el Papa subrayó que vivimos en "una
época no fácil, donde hay tanta necesidad de luz, esperanza y
paz, un mundo donde los hombres crean a veces situaciones tan
complicadas que parece imposible salir de ellas".
La mente está puesta en la difícil situación en Oriente
Medio, pero la dificultad para encontrar una solución a la ya
larga guerra entre Rusia y Ucrania sigue también en el corazón
del Papa, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de la propia
Santa Sede. Precisamente para llevar consuelo y ayuda material a
la población civil, Franciso quiso enviar a su limosnero, el
cardenal Konrad Krajewski, a Kiev para las vacaciones de
Navidad.
El llamamiento del Papa, pronunciado durante el Ángelus, es
relanzado también por la Cruz Roja, presente en todas las zonas
de conflicto para llevar ayuda.
"Nos sumamos al renovado llamamiento del Papa Francisco a la
comunidad internacional para garantizar el respeto del derecho
humanitario en los conflictos. La población civil, los centros
de salud, las escuelas y los trabajadores humanitarios no son
objetivos, nunca nos cansaremos de repetirlo: las guerras tienen
reglas y deben ser respetadas", afirmó Rosario Valastro,
presidente de la CRI.
"En Gaza el sistema sanitario está colapsando, en Siria y el
Líbano, pero en general en todo Oriente Medio la emergencia
humanitaria está cada vez más extendida. Todo después de un año,
el que acaba de concluir, que lamentablemente resultó ser el más
sangriento incluso para quienes ayudan: murieron casi 300
trabajadores humanitarios, 32 de ellos de la Cruz Roja",
subrayó. (ANSA).