Por Yasmin Inangiray
(ANSA) - NUEVA YORK 5 ENE - La primera ministra italiana,
Giorgia Meloni, se ha reunido este sábado con el presidente
electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su residencia de
Mar-a-Lago, en Florida.
Sin avisar a nadie, o casi, Meloni llegó a las 19.30 (hora
local) del sábado y partió poco menos de cinco horas después
para regresar a Roma.
Unas pocas horas pero muchos temas de discusión -desde los
impuestos, hasta el gas, pasando por la guerra en Ucrania, sólo
por nombrar algunos sin olvidar el caso de la periodista
italiana Cecilia Sala- que hicieron que la visita valiera la
pena.
Organizada a último momento, la misión estadounidense de
Meloni fue dirigida por Elon Musk, quien el sábado por la tarde
había dejado pequeñas pistas en X sobre la inminencia de un
contacto entre Donald y Giorgia.
Uno de ellos fue el publicado por su contacto italiano
Andrea Stroppa, quien, apoyándose en la inteligencia artificial,
mostraba al presidente electo, a la premier italiana y al propio
Mister X vestidos como antiguos romanos. Suya, por tanto, la
dirección y la escenografía, pero con un papel de actor
secundario -al final- dado que no se le vio en Palm Beach.
Con Trump y Meloni (acompañados de la embajadora en Estados
Unidos, Mariangela Zappia), el futuro secretario de Estado Marco
Rubio y el futuro secretario del Tesoro Scott Bessent, el
próximo asesor de seguridad nacional Mike Waltz y el que será el
nuevo embajador en Italia, Tilman Fertitta.
Una formación que consolida la creencia de que el "touch and
go" de la premier italiana en Florida abordó también la delicada
cuestión de la detención de Cecilia Sala en Teherán y no sólo
-como informó el New York Times- el deseo de "fortalecer la
esperanzas de los partidarios de Meloni de que la premier
conservadora se convierta en la aliada de referencia del magnate
en Europa", mediando "en las tensiones entre otros líderes
europeos y Trump".
Un sentimiento común y una visión común entre los dos, que
según el periódico habría llevado a la líder italiana a
"presionar agresivamente" para abordar el expediente de la
periodista que se entrelaza con el del ingeniero iraní Mohammed
Abedini-Najafabadi, detenido en Italia bajo mandato
estadounidense y cuya extradición ha solicitado Washington.
Una determinación que probablemente reforzó el aprecio de
Trump por su aliada europea: Giorgia Meloni "realmente ha
conquistado Europa", expresó - como informó el Wall Street
Journal - el presidente electo presentando a la líder italiana a
los invitados y añadió que "es muy emocionante estar aquí con
una mujer fantástica".
"Invitados", sí. Porque en Mar-a-Lago no sólo se encontraba
una parte importante del futuro gabinete estadounidense, sino
también algunos partidarios (entre ellos Rudy Giuliani) a
quienes se abrieron las puertas del resort para poder asistir al
estreno de un documental centrado en apelaciones en las
elecciones de 2020 (cuando Trump alegó fraude masivo),
centrándose en los esfuerzos del abogado John Eastman.
En definitiva, fue la premier del documental "The Eastman
Dilemma: Lawfare or Justice", en el que el experto en derecho
constitucional afirma que en los últimos años Estados Unidos ha
asistido al surgimiento de un "sistema judicial con dobles
raseros" donde el ordenamiento jurídico ha apuntado injustamente
a abogados que representan a clientes conservadores.
Sin embargo, la proyección ocupó sólo una pequeña parte de
las pocas horas estadounidenses de Meloni, acogida con todos los
honores incluso por Marco Rubio, quien, al recibirla en Florida,
la definió como "una gran aliada y una líder fuerte". (ANSA).