Por Laurence Figá Talamanca
(ANSA) - ROMA, 05 GEN - "Hezbolá viola la tregua, Israel se
verá obligado a reaccionar". En medio de los 60 días de alto el
fuego establecido después de dos meses de guerra en la frontera
entre el Líbano y el Estado judío, el ministro de Defensa
israelí, Israel Katz, alza el tono contra las milicias
pro-iraníes responsables de no respetar los términos del
acuerdo.
Según Katz, los combatientes de Hezbolá aún no se retiraron
al norte del río Litani, a unos 30 km de la frontera israelí,
una de las condiciones del acuerdo.
"Si no se cumple esta condición, no habrá acuerdo e Israel
se verá obligado a actuar unilateralmente para garantizar el
regreso seguro de los residentes del norte de Israel a sus
hogares", añadió el ministro.
Los israelíes desplazados de la zona después del 7 de
octubre de 2023 deberían regresar el 1 de marzo, anunció el
ministro de Finanzas de extrema derecha, Bezalel Smotrich. Pero
la situación en la frontera sigue siendo tensa: desde el 27 de
noviembre, fecha en que comenzó la tregua, ambas partes se
acusan mutuamente de violarla repetidamente. El sábado fue el
líder de Hezbolá, Naim Qassem, quien advirtió que su pueblo
estaba dispuesto a responder si Israel no respetaba el acuerdo.
Un funcionario israelí dijo al Times of Israel que las
amenazas de Israel de permanecer en el Líbano después del alto
el fuego de 60 días tienen como objetivo principal presionar a
las fuerzas armadas libanesas para que cumplan con sus
obligaciones y tomen el control del sur del Líbano.
De hecho, Israel preferiría que la zona estuviera guarnecida
por el ejército regular de Beirut y que Hezbolá se retirara
completamente de la zona, añadió la fuente, explicando que en
Israel "la sensación es que no tiene sentido reabrir ese
frente".
El dossier Líbano estaba sobre la mesa de la reunión sobre
seguridad convocada por el primer ministro israelí, Benjamin
Netanyahu, esta tarde en Jerusalén con un pequeño grupo de
ministros.
La reunión también debería haber abordado el tema de los
rehenes y las negociaciones en curso en Doha, con los ministros
de extrema derecha Smotrich y Ben Gvir que ya se opusieron a las
propuestas presentadas para un alto el fuego.
En el frente de Gaza, mientras que las Fuerzas de Defensa de
Israel (FDI) intensificaron los ataques contra "objetivos de
Hamás" causando cada día decenas de víctimas, continúan las
conversaciones indirectas mediadas en Qatar también por Egipto y
Estados Unidos.
A las negociaciones se unieron en las últimas horas -según
Axios- incluso el enviado de Joe Biden para Medio Oriente, Brett
McGurk, mientras que el sitio saudita Saudi Al-Hadath informó
que este lunes llegará a Qatar el jefe del Mossad, David Barnea,
para discutir los detalles del borrador del acuerdo.
Un miembro de Hamás anunció a la prensa internacional que el
movimiento palestino aprobó la lista de 34 rehenes, solicitada
por Israel, para ser liberados en una primera fase
(circunstancia que fue desmentida inmediatamente por la oficina
del primer ministro).
Sin embargo, el funcionario del grupo precisó que cualquier
acuerdo queda supeditado a la retirada completa del ejército
israelí de Gaza y a un cese al fuego permanente: sobre este
punto -admitió sin embargo- no hubo progresos por parte israelí.
Netanyahu reiteró en varias ocasiones -incluso en anteriores
intentos de acuerdo- que Israel no se compromete a poner fin a
la guerra y que, por el contrario, reanudará su lucha contra
Hamás al final de cualquier acuerdo alcanzado. (ANSA).