Por Alex Maxia
(ANSA) - OULU, 05 GEN - En 2026, Oulu, una ciudad en el
noroeste de Finlandia, será la capital europea de la cultura,
junto con Trenčín en Eslovaquia.
La ciudad industrial que domina el golfo de Botnia ha
elegido el lema "Cultural Climate Change" (cambio en el clima
cultural), para resumir la ambición de llevar el cambio cultural
a una Europa pospandemia, con pleno respeto por la naturaleza.
Desde un laboratorio de cocina ártica, hasta el diseño y
puesta en valor de la cultura indígena sami, sin olvidar la
sauna, un aspecto importante de la cultura y la vida cotidiana
finlandesa.
El programa detallado se anunciará el 15 de enero, pero los
preparativos han estado en marcha durante años.
En Meri-Toppila, un barrio residencial a las afueras de la
ciudad, destaca entre los edificios "el silo de Aalto", hasta
hace unos meses en completo abandono pero que, gracias también
al capital de la cultura, será renovado y regresó a la
comunidad.
Construido en 1931, es el primer edificio industrial
diseñado por el arquitecto finlandés más famoso de la historia,
Alvar Aalto, pero no ha sido utilizado desde los años 80 y hasta
hace poco corría peligro de demolición.
"Es el espectro de un sistema económico que ya no existe",
declaró Valentino Tignanelli, el arquitecto ítalo-argentino
responsable del proyecto, hablando con ANSA frente a la obra.
Al llegar a Oulu para realizar una maestría en plena
pandemia, Tignanelli documentó el silo durante sus estudios y
mientras tanto fue capturado por la ciudad en el polo opuesto de
su Buenos Aires natal.
"Oulu es una ciudad fronteriza, en la frontera de Europa,
con muchos espacios vacíos tanto físicos como simbólicos. Aunque
estamos en Europa y Finlandia es uno de los países más
desarrollados con un buen sistema de apoyo, todavía estamos al
margen y el futuro de Europa pasa por el Artico", señaló.
Temiendo una demolición inminente, el arquitecto hizo todo
lo posible para salvaguardar el futuro del silo.
"Es una obra de arquitectura y de ingeniería que forma parte
de la historia no sólo de Oulu sino de la arquitectura", subrayó
Tignanelli, que quiere ayudar a la comunidad a través de los
trabajos de restauración.
"Para ser sincero, más allá del edificio en sí, lo que me
fascina es el barrio. Es un entorno urbano corrompido que se
destaca del resto de la ciudad y que ha sido completamente
abandonado por la clase política", admitió.
Gracias a la intervención de la fundación Factum que compró
el edificio, fue posible preparar la restauración.
"Es un proyecto para transformar las estructuras físicas del
edificio, pero también la forma de pensar sobre el reciclaje del
hormigón armado", declaró Charlotte Skene Catling, famosa
arquitecta y responsable del proyecto de restauración del silo.
"Queremos crear un 'Protocolo de Oulu' que defina una
metodología para la reutilización del hormigón", explicó.
Para Skene Catling este es un paso importante para reducir
el impacto ambiental del hormigón, dando nueva vida a lo viejo,
en lugar de destruirlo y reconstruirlo.
"Es fascinante. Hace unas semanas se anunció la inclusión
del 'silo Aalto' entre los socios oficiales de la nueva Bauhaus
europea: es un gran paso adelante", subrayó Valentino
Tignanelli.
"Ahora esperamos poder contar con el apoyo político
necesario para poder inaugurar el edificio en 2026!" concluyó.
(ANSA).