(ANSA) - ROMA 3 ENE - El cerebro no envejece de golpe: hay un
punto caliente que se ve afectado por el avance de los años más
que cualquier otra parte del más complejo de los órganos del
cuerpo humano y es el hipotálamo.
El hipotálamo es la parte del más complejo de los órganos al
que el paso del tiempo más afecta, descubrió el análisis
genético del cerebro de ratones en una investigación publicada
en la revista Nature por el Instituto Allen de Seattle y
financiada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Lo que se desprende del estudio es que las células más
afectadas por el envejecimiento son también las más sensibles a
la dieta y el estilo de vida.
Coordinados por Hongkui Zeng, los investigadores aplicaron
el análisis genético al estudio de las células cerebrales de
ratones jóvenes y viejos, fijándose en particular en 16 regiones
que en conjunto suponen el 35% del volumen del cerebro de un
ratón.
La que principalmente soporta el peso de los años es el
hipotálamo, la región situada en la base del cerebro de los
ratones que produce hormonas cruciales para controlar funciones
fundamentales como la temperatura, el ritmo cardíaco, el sueño,
la sed y el hambre.
Es aquí donde se ha observado tanto una reducción de la
función neuronal como un aumento de la inflamación.
Se ven afectadas neuronas implicadas en ciertas formas de
aprendizaje y memoria, el metabolismo, el reconocimiento de
olores y la ingesta de alimentos, la homeostasis energética y la
forma en que el organismo utiliza los nutrientes.
Para los investigadores, este resultado respalda la posible
relación entre el envejecimiento cerebral, la dieta y el estilo
de vida.
"Nuestra hipótesis es que estos tipos de células se están
volviendo menos eficientes a la hora de integrar las señales
procedentes del entorno o de lo que consumimos", señala la
primera autora de la investigación, Kelly Jin.
"Esta pérdida de eficiencia, añade, contribuye en cierto
modo a lo que conocemos como envejecimiento en el resto del
organismo".
Para el director del Instituto Nacional sobre el
Envejecimiento, Richard J. Hodes, "estos hallazgos proporcionan
un mapa extremadamente detallado de las células cerebrales que
pueden verse más afectadas por el envejecimiento", que es "el
factor de riesgo más importante de la enfermedad de Alzheimer y
muchos otros trastornos cerebrales devastadores".
El nuevo mapa, añadió, podría "orientar el desarrollo de
nuevos tratamientos para las enfermedades cerebrales
relacionadas con la edad". (ANSA).