Por Benedetta Bianco
(ANSA) - ROMA 3 ENE - Los nuevos instrumentos basados en
Inteligencia Artificial (IA) están haciendo posible la lectura
de antiguos textos.
Unos textos que van desde los papiros de Herculano quemados
en la erupción del Vesuvio del 79 d.C., demasiado frágiles para
ser desenrollados, pasando por el vastísimo archivo de los
reinados de 27 reyes coreanos que vivieron entre el siglo XIV y
principios del XX, hasta las tablillas procedentes de Creta del
II milenio a.C., esculpidas con la complicada escritura llamada
Lineal B.
La IA está revolucionando el sector y generando cantidades
de datos nunca antes vistos, como apunta la revista Nature en un
análisis publicado en su web.
Uno de los resultados más importantes que están obteniendo
las conocidas como redes neurales -modelos compuestos por
neuronas artificiales e inspiradas en la estructura del cerebro-
tiene que ver con los papiros de Herculano.
Gracias al concurso internacional Vesuvius Challenge, que
arrancó en 2023, en el que participaron más de 1.000 grupos de
investigación, ha sido posible por primera vez descifrar no solo
letras y palabras, sino enteros extractos de textos
carbonizados.
"En ese momento piensas realmente: ahora estoy viviendo algo
que será un momento histórico en mi campo", comenta Federica
Nicolardi, papiróloga de la Universidad Federico II de Nápoles
que participa en el concurso.
Para conseguir leer los papiros ha sido desarrollada una
técnica de desenrollado virtual, que escanea los rollos gracias
a la tomografía de rayos X, mapea cada capa y las desenrolla en
una imagen plana.
Además, la IA distingue la tinta a base de carbón, invisible
en los escaneos porque tiene la misma densidad del papiro sobre
el que reposa.
En febrero de 2024 fue adjudicado el premio de 700.000
dólares a tres investigadores que produjeron 16 columnas de
texto claramente legibles, pero la competición continúa.
El próximo premio de 200.000 dólares será entregado a los
primeros que conseguirán leer el 90% de cuatro papiros.
Este método abre el camino a la lectura de otros textos
hasta ahora inaccesibles, como los escondidos en las
encuadernaciones de los libros medievales o en las vendas que
envuelven las momias egipcias.
Sin contar con que centenares o millares de papiros podrían
encontrase todavía enterrados bajo Herculano.
"Leerlos todos sería uno de los mayores descubrimientos en
la historia de la humanidad", afirma Brent Seales, de la
Universidad de Kentucky, creador del Vesuvius Challenge.
El primer gran proyecto que demostró el potencial de la IA
nació en la Universidad de Oxford en 2017 con el objetivo de
descifrar inscripciones griegas encontradas en Sicilia a las que
faltaban muchas partes.
Los esfuerzos de los investigadores produjeron una red
neural llamada Ithaca, que es de acceso libre por Internet.
Ithaca puede restaurar las partes que faltan con un 62% de
precisión, frente al 25% de un experto humano, pero cuando la
red neural trabaja junto a los investigadores la precisión sube
hata el 72%.
La IA se está volviendo fundamental también en otros
desafíos: por ejemplo, leer uno de los mayores archivos
históricos del mundo, formado por registros diarios que cubren
los reinados de 27 reyes coreanos escritos en Hanja, un antiguo
sistema de escritura basado en caracteres chinos.
O, por el contrario, descifrar una lengua antigua de la que
sobreviven solo poquísimos textos, como las 1.100 tabillas
procedentes de Cnosso (Creta), que contienen informes de
pastores.
Pero la enorme mole de datos que los algoritmos están
desvelando poco a poco supone un gran desafío: "No hay
suficientes papirólogos", dice Nicolardi.
"Probablemente tendremos que crear una comunidad global
mucho más grande que la actual", añade Seales.
Para los expertos, el temor de que la IA pueda relegar a un
segundo plano los conocimientos y las competencias
convencionales es infundado.
"La IA está haciendo el trabajo de los papirólogos más
relevante de lo que nunca había sido", sostiene Richard Ovenden,
responsable de la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de
Oxford. (ANSA).