Por Ariel Ferrero
(ANSA) - NUEVA YORK 3 ENE - Las duras críticas de Donald
Trump a Joe Biden podrían tener un efecto bumerán: el haberlo
calificado como "el peor presidente de la historia de Estados
Unidos" por el ataque terrorista que el 1ro de enero causó 14
muertos y decenas de heridos en Nueva Orleans por su política de
"fronteras abiertas", podría jugarle en contra cuando asuma
dentro de 17 días, con la posibilidad de recibir ataques
similares.
El presidente electo calificó el atentado de año nuevo como
"inaceptable, inexcusable y emblemático", consecuencia "de una
nación fallida". Sin embargo, ¨quien podría garantizarle a Trump
que no sufra ataques similares en los próximos meses?
En las publicaciones de las redes sociales, Trump sugirió
que una frontera porosa dio lugar a la masacre de Bourbon
Street, permitiendo que los delincuentes ingresen libremente en
el país y que pudieran hacer daño. De esta manera, el magnate
mantiene su posición de larga data de que las fronteras
indefensas invitan al crimen violento, permitiendo el ingresos
de "narcotraficantes y violadores".
"Cuando dije que los criminales que llegan son mucho peores
que los criminales que tenemos en nuestro país, esa declaración
fue constantemente refutada por los demócratas y los medios de
noticias falsas, pero resultó ser cierta", escribió Trump el 1ro
de enero, horas después del atentado en Nueva Orleans, mientras
decenas de personas celebraban el nuevo año en las calles.
Sin embargo, las demócratas se defienden y desmienten el
relato de Trump. En primer lugar, identificado al sospechoso,
Shamsud-Din Jabbar, como ciudadano estadounidense y veterano del
ejército que vivía en Texas.
El representante Jim Himes, de Connecticut, el principal
demócrata del Comité de Inteligencia, dijo en una entrevista que
cuando le preguntó al jefe de lucha contra el terrorismo del FBI
el jueves si había "algún nexo extranjero" para el ataque, la
respuesta fue no.
Los asesinatos en masa se han vuelto tristemente comunes en
los Estados Unidos, abarcando las administraciones republicanas
y demócratas por igual. Las motivaciones de los perpetradores
varían, dejando a los funcionarios electos buscando soluciones y
a menudo no encontrando ninguna, tal como lo demuestran las
cifra.
"Tenemos una sociedad muy polarizada, y hay extremistas que
están preparados para usar la violencia, y es fácil hacerlo en
Estados Unidos", dijo Bruce Riedel, un ex oficial de la CIA.
"Puedes ir a comprar un arma".
"La desafortunada realidad de Estados Unidos es que la
violencia como ésta es la norma. Sería sorprendente si tuviera
unas vacaciones sin algún horrible evento de víctimas masivas",
agregó.
Parte del atractivo de Trump, según sus votantes, es su
voluntad de romper con el protocolo y simplemente decir lo que
piensa. Pero en un caso en el que se esté llevando a cabo una
investigación criminal, habría sido prudente que alguien con un
megáfono tan grande se contuviera, dijeron los críticos del
mandatario electo.
Leon Panetta, ex director de la CIA, secretario de defensa y
jefe de gabinete de la Casa Blanca en anteriores
administraciones demócratas, dijo en una entrevista: "Tengo la
sensación de que de alguna manera todavía está en la campaña y
todavía está tratando de enfatizar los temas que enfatizó
durante la campaña, ya sea que los hechos apoyen esos
comentarios o no".
"El problema es que ahora es presidente electo de los
Estados Unidos. Y realmente no puedes usar ese mismo tipo de
tácticas sin verificar exactamente cuáles son los hechos. Esa es
realmente la responsabilidad del presidente, asegurarse de que
lo que le dice al pueblo estadounidense esté respaldado por los
hechos". (ANSA).