(ANSA) - TEGUCIGALPA 2 ENE - El canciller hondureño, Enrique
Reina, dijo hoy que la advertencia de la presidenta Xiomara
Castro de cerrar la base militar de Estados Unidos en territorio
del país en caso de que Donald Trump haga una deportación masiva
de hondureños busca proteger a miles de migrantes.
"La presidenta fue clara al manifestar que nosotros
extendemos nuestra mano para una relación de amistad y
cooperación con Estados Unidos, mantener un diálogo constructivo
y la amistad con ellos", señaló el canciller.
Sin embargo, añadió, "ante los posibles anuncios de
deportaciones masivas y con un uso de medidas excesivas, pues
creo que como país tenemos el derecho en protección a nuestros
migrantes de replantearlos una relación, decir que aquí tenemos
una base militar y cuál sería ante esta nueva realidad el
beneficio mutuo".
Preguntado sobre si se midió el impacto de la advertencia de
Castro a Trump, Reina contestó que "se trata de plantarnos con
dignidad y decir que queremos una relación de beneficio mutuo,
sigamos trabajando. Hay mentes en Honduras que siguen pensando
como en la Guerra Fría y deben entender que por pequeño que sea
un país, se tiene que dar su lugar".
Reina rechazó que exista la intención de ofrecer el espacio
ocupado por Estados Unidos en la base militar de Palmerola a
China o a Rusia.
"No se trata de traer a nadie, lo lógico es que no
tuviéramos presencia extranjera", apuntó.
En su discurso de este martes, con motivo del año nuevo,
Castro dijo: "Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de
nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en
nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos,
especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un
centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro
territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir
en Honduras".
Estados Unidos mantiene una base en Palmerola (centro del
país), construida a inicios de los años 80, en la que permanecen
unos 400 militares.
Trump prometió una deportación masiva de migrantes ilegales
a partir del 20 de enero, cuando tome posesión como presidente
de Estados Unidos.
Más de un millón de hondureños, entre legales e
indocumentados, viven en Estados Unidos, según las autoridades
de Honduras.
Las remesas que envían los emigrantes hondureños representan
cerca del 25% del Producto Interior Bruto (PIB) de Honduras.
(ANSA).