(ANSA) - ROMA, 02 GEN - Cuatro meses después, Israel reveló
con gran cantidad de imágenes y detalles que su comando,
compuesto por más de 100 miembros de las fuerzas especiales,
destruyó la noche del 8 de septiembre pasado una fábrica iraní
en Siria que producía, en las entrañas de una montaña, misiles
para los guerrilleros de Hezbolá y el régimen sirio.
Una "misión cumplida" de alto riesgo, transformada en un
punto culminante, en la que todos los militares empleados
regresaron ilesos a la base, pero que según escribió en su
momento el Observatorio sirio para los Derechos Humanos causó 27
muertes.
Cuando llegaron a bordo de helicópteros, los militares de la
unidad de élite Shaldag de la Fuerza Aérea Israelí (FAI) debían
destruir el sitio, excavado entre 70 y 130 metros en el corazón
de una montaña en el área de Masyaf al oeste de Hama.
Un lugar a más de 200 kilómetros al norte de la frontera
israelí, donde se habían construido "líneas avanzadas de
ensamblaje para producir misiles de precisión y cohetes de largo
alcance" para Hezbolá "y otros terroristas iraníes en la
región", informó la FAI.
El raid, nombre en código Operación Many Ways (Muchas
Maneras), garantizaba a los jefes de las unidades especiales "el
apoyo del fuego y la recolección de información de los aviones y
naves militares", y fue además marcado cuando Israel aún no
había lanzado su devastadora campaña contra Hezbolá en el Líbano
y el régimen de Bashar al-Assad todavía no había sido
destronado.
Según el jefe de Estado israelí, Herzi Halevi, que supervisó
la operación, el ataque es parte de una serie de misiones
llevadas a cabo para "destruir las capacidades de producción de
misiles del eje iraní" también en la Franja de Gaza, en los
bastiones de Hezbolá en el Líbano y en territorio iraní.
"Durante años, Irán formó un anillo de cohetes y misiles
alrededor de las fronteras israelíes, y hemos golpeado tanto el
anillo como su cabeza", dijo.
Fue "una de las acciones más importantes para obstaculizar
los esfuerzos del eje iraní de armarse para dañarnos", comentó
el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Muestra la "determinación de Israel de actuar en todas
partes para defenderse", afirmó el premier. (ANSA).