Por Fabrizio Finzi
(ANSA) - ROMA 2 ENE - Giorgia Meloni se prepara para el
último encuentro con Joe Biden y no excluye aun estar en
Washington para aplaudir el retorno a la Casa Blanca de Donald
Trump. Todo en una decena de días.
La premier, que todavía no tomó una decisión al respecto, se
inclinaría a estar presente en la ceremonia de jura del nuevo
presidente de Estados Unidos.
La reflexión está incluso en curso, y desde hace semanas se
tejen evaluaciones bajo todos los aspectos. Entre estos, hasta
el momento, como explican fuentes de Hermanos de Italia (FDI),
no es secundaria la importancia de aceptar la invitación
personal del magnate y de su hija Ivanka.
Y sería la primera vez para un jefe de gobierno italiano en
la jura de un presidente norteamericano. Si aceptase la
invitación, la premier podría ser uno de los pocos jefes de
gobierno europeos presentes y está clara, razonan las fuentes,
la posibilidad de poder encarnar un rol de puente entre
Washington y Bruselas.
Entre Trump y su amistad con Musk, Meloni podría construir
una relación privilegiada y duradera con el poderoso aliado
estadounidense. La reflexión aún está en curso, también porque
el evento debe organizarse con cuidado para no perturbar las
relaciones internas dentro de la Unión Europea.
De hecho, ya en su primer mandato, Donald Trump no se había
mostrado un socio amable, llegando incluso a definir a Europa
como "un enemigo de los Estados Unidos", y hoy las principales
cancillerías europeas esperan con gran expectación los primeros
movimientos del nuevo presidente. En particular, preocupan las
medidas económicas con la introducción de aranceles y las
opciones con respecto a Ucrania. Sin tener en cuenta el deseo ya
declarado de ver un aumento de las contribuciones para gastos
militares en apoyo de la OTAN.
Cabe señalar además que Meloni ya tuvo un contacto inicial
con Trump a través de una breve conversación al margen de la
inauguración de Notre Dame en París. Por último, podría pesar
mucho el hecho de que Meloni probablemente se encuentre en la
ceremonia con otra compañía europea más, la del húngaro Viktor
Orban.
También por estos motivos la agenda de la primera ministra
sigue fluctuando. Lo que está confirmado, sin embargo, es la
cita con el predecesor de Trump, antes de su toma de posesión:
en Roma se espera a Joe Biden, quien, además del papa Bergoglio,
el 11 de enero, apenas nueve días antes de la expiración formal
de su mandato, vea a Meloni en Villa Doria Pamphili y al
presidente Sergio Mattarella en el Quirinale.
A pocos días del viaje a Washington, está prevista una
misión, en vías de definición y aun no oficializada, en Abu
Dabi, que se produce apenas diez meses después de su primera
visita a los Emiratos Árabes Unidos (en marzo de 2023), cuando
anunció el inicio de "un capítulo nuevo y sólido en las
relaciones entre Italia y los Emiratos Árabes Unidos", después
de años de tensiones que frenaron
el desarrollo de sinergias.
El pasado 18 de noviembre Meloni, al margen del G20 en Río
de Janeiro, se encontró con el príncipe heredero del Emirato de
Abu Dabi, el jeque Khaled bin Mohamed bin Zayed Al Nahyan. En el
centro de ese encuentro estuvo el fortalecimiento de la
cooperación en materia de inversiones, discusión que podría
retomarse en un par de semanas. (ANSA).