(ANSA) - ROMA, 02 GEN - Año nuevo, la misma guerra: Israel
continúa bombardeando Gaza con intensos raides que alcanzaron
una zona designada como así también humanitaria en el sur de la
Franja, matando al jefe de la fuerza policial dirigida por
Hamás, a su adjunto y a otras nueve personas.
Según al Jazeera, que cita a fuentes sanitarias locales, en
la última jornada una ola de ataques israelíes mataron al menos
a 63 palestinos desde el norte al sur del enclave, prolongando
la estela de sangre desencadenada por el trágico ataque del
pasado 7 de octubre de 2023 que inició la guerra.
Confirmando los ataques, el ejército israelí explicó que
había realizado un ataque nocturno en la zona de Khan Yunis,
apuntando al jefe adjunto de la policía, Hussam Shahwan, acusado
de ser "responsable de evaluaciones de inteligencia en
coordinación con el brazo militar de Hamás" en los ataques
contra las tropas del Estado judío.
Según la protección civil de la Franja, el bombardeo golpeó
una tienda que albergaba a desplazados en la zona de Al-Mawasi:
Shahwan estaba entre las 11 personas muertas en el ataque, en el
que también perdió la vida el comandante de la fuerza policial,
Mahmud Salah, "tres niños y dos mujeres, mientras que 15
personas resultaron heridas".
Los socorristas "encontraron a los heridos en el suelo, la
mayor parte de ellos niños, así como dos mujeres mártires", dijo
Saleem Abu Subha, conductor de una ambulancia.
"Cerca de 10 tiendas fueron dañadas y se vieron incendios".
El ministerio del Interior de Hamas en la Franja condenó el
asesinato de dos oficiales de policía de alto rango, afirmando
que "estaban cumpliendo con su deber humanitario y nacional al
servicio del pueblo".
Y acusó a Israel de propagar el "caos" y agravar el
"sufrimiento humano" en Gaza con un ataque mortal.
Un sufrimiento que se cuenta en el trágico balance de más de
45.500 decesos y 108.000 heridos desde el inicio de la guerra,
incluyendo los recién nacidos muertos de frío en las últimas
semanas, entre las víctimas inocentes de la violencia que
devastó las infraestructuras y las instituciones de la Franja de
Gaza, con los organismos humanitarios denunciando diariamente un
colapso del orden social.
En el otro lado del frente, el ejército israelí contabilizó
891 soldados fallecidos hasta ahora entre muertes en combate,
accidentes y presuntos suicidios: es el mayor balance de bajas
entre las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde
la guerra del Yom Kippur de 1973.
Mientras la sangre fluye, la diplomacia se estanca en la
posibilidad de un acuerdo para un alto el fuego. Si, por un lado
-según los medios árabes- Hamás habría expresado optimismo sobre
el éxito de las negociaciones, para Israel sigue siendo
inaceptable la negativa del grupo palestino a ofrecer una lista
de rehenes que aún están vivos para ser liberados.
Mientras tanto, las condenas por la decisión de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP) de suspender las
transmisiones y todas las actividades de Al Jazeera en los
Territorios palestinos aumentan: la Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se declaró
"profundamente preocupada", instando a la ANP "a revocar la
decisión y cumplir con sus obligaciones de derecho
internacional". (ANSA).