(ANSA) - NUEVA YORK 2 ENE - El nuevo año empieza con malas
noticias para Elon Musk. Tesla, líder mundial en la producción
de coches eléctricos, registró una caída de las entregas por
primera vez en más de diez años, pese a que las previsiones de
su fundador eran de signo contrario y en 2024 fueron algo menos
de 1,8 millones, es decir, un 1,1% menos que el año anterior.
Esto a pesar de un repunte récord en el último trimestre,
con 459.000 coches eléctricos entregados. Sin embargo, esta
cifra estuvo por debajo de lo esperado y no ayudó a recuperar la
tendencia vacilante de meses anteriores.
Por lo tanto, un adelantamiento de China se ha convertido
en una posibilidad concreta ya en el año que acaba de comenzar:
el gigante BYD registrará 1,7 millones de entregas de vehículos
totalmente eléctricos en 2024. Una carrera hacia la meta que
podría terminar con la caída de Musk del escalón más alto del
podio, sin perjuicio de un fuerte impacto en la futura
administración Trump, que ya hace que muchos detractores se
quejen de conflicto de intereses.
Mientras tanto, en Wall Street, las acciones de Tesla
perdieron más del 7%. No se trata solo de las incertidumbres
sobre las futuras estrategias de desarrollo del grupo y del
papel que Musk, cada vez más involucrado políticamente y en sus
otras empresas (desde Space X hasta Starlink).
Lo que influye sobre todo en el rendimiento de Tesla es
una competencia cada vez más feroz tanto en el mercado interior
estadounidense (donde General Motors, Ford y Rivian ahora
también producen coches eléctricos) como en el mercado mundial:
no solo el gigante de Shenzen Byd, sino también el coreano
Hyundai o los gigantes europeos como BMW y Volkswagen.
Sin embargo, el relanzamiento de Tesla podría venir del
proyecto en el que Musk concentra la mayor parte de sus
esfuerzos: el coche autónomo, aunque la competencia de los
productores chinos no tardará en hacerse sentir también en este
caso. (ANSA).