(ANSA) - CARACAS, 31 DIC - En cualquier conversación privada
este fin de año en Venezuela salta el interrogante sobre qué va
a pasar el 10 de enero, día de la toma de posesión del nuevo
presidente.
Muchas personas prevén "que pase algo", otras simplemente
entienden que las cosas seguirán su curso y Nicolás Maduro
asumirá un tercer mandato hasta el 2031, contra la oposición
interna y el desconocimiento de decenas de países democráticos.
El opositor Edmundo González, desde su exilio en España,
afirma que regresará a Venezuela para jurar como presidente
constitucional ese día, pues la oposición denuncia un fraude
masivo en la elección del 28 de julio y muestra sus copias de
las actas electorales oficiales como prueba de que él es "el
presidente electo".
El oficialista Consejo Nacional Electoral, CNE, proclamó el
29 de julio a Maduro como ganador, sin nunca mostrar las
pruebas, ni siquiera los resultados desagregados por estados y
municipios.
Pero, con el apoyo explícito de las fuerzas militares,
Maduro asumirá un tercer período en el poder.
El capitán Diosdado Cabello, número dos del chavismo,
ministro del Interior y una de las figuras más radicales del
régimen, resume la realidad sobre la perspectiva de una supuesta
juramentación de González. "l sabe que después del 10 viene el
11", proclamó en tono sarcástico en su programa de TV.
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, en su mensaje
de año nuevo afirma que 2024 fue un año muy positivo y de muchos
logros. Maduro, dice el general,
nos alertaba de los grandes retos que nos deparan en el 2025,
para los cuales estamos más fortalecidos y unidos qué nunca.
Nada nos detiene! Venceremos!".
El chavismo se define como un régimen "popular, militar y
policial", y cada día sus líderes dejan claro que están
decididos a mantenerse en el poder a toda costa, inclusive por
las armas.
Pero Maduro también intenta enviar mensajes de normalización
sobre el estado actual de Venezuela. "Se cumplirá la palabra
profética, el 2025 será de bendiciones y tiempos milagrosos para
Venezuela", afirmó en uno de sus mensajes de fin de año.
Maduro también ha invitado a una fiesta continua desde los
primeros días de enero y hasta más allá el 10 para celebrar su
toma de posesión. Conciertos en algunas calles y plazas con
algunos artistas amigos del chavismo, shows en la televisión
oficial, caravanas y adornos son parte del escenario ya armado.
También movilizan a 20.000 comandos especiales de la
Policía, a soldados, milicias y grupos civiles paramilitares
para "garantizar la paz".
"Veo muy poca probabilidad de que algo diferente a la
juramentación de Maduro pase el 10 de enero", resume un
economista.
Mientras tanto, la voluntariosa oposición exhibe mensajes de
ánimo en sus redes sociales, y aparecen atrevidas pintas en
paredes de algunas calles a favor de González y su supuesta
llegada.
"Desde el 28 de julio, los venezolanos nos hemos unido aún
más en torno a un objetivo común: hacer respetar nuestra
voluntad y nuestra soberanía expresada a través del voto masivo
por Edmundo González, presidente electo de Venezuela", dice uno
de los mensajes de la Plataforma Unitaria, la coalición que
desafió al régimen chavista.
Pero los propios partidos, ONG y familiares denuncian que
continúan las detenciones arbitrarias y centenares de presos
políticos están sometidos acondiciones inhumanas.
Solamente en este diciembre encarcelaron a ortos 10
dirigentes, que permanecen aislados de sus familiares y sin
derecho a la defensa.
Desde Washington, el saliente secretario de Estado, Antony
Blinken, envía un mensaje de fin de año a los opositores y dice
que su país está "comprometido con una restauración pacífica de
la democracia en Venezuela y la liberación de todos los presos
políticos injustamente detenidos".
La Fiscalía General, que responde a Maduro, afirma que han
otorgado 1.369 excarcelaciones a procesados arrestados tras la
elección del 28 de julio. Entre el 26 y el 30 de diciembre hubo
otras 413 "revisiones de medidas", después de una jornada de
revisión de causas. (ANSA).