(ANSA) - ROMA 31 DIC - "En la noche de Navidad se difundió la
noticia de que una niña de pocos días había muerto congelada en
Gaza. La misma noche de Navidad, feroces bombardeos rusos
alcanzaron las centrales eléctricas de las ciudades de Ucrania
para obligar a esa población civil a la oscuridad y el hielo",
afirmó el presidente de Italia, Sergio Mattarella, en su mensaje
de fin de año al país.
Y prosiguió en clave antibélica: "Las personas inocentes
secuestradas por Hamás, y aun rehenes, están viviendo un segundo
comienzo de año en condiciones inhumanas. Estas formas de
barbarie no perdonan ni siquiera la Navidad y las fiestas más
sentidas".
Así, en el tradicional discurso de fin de año, el jefe de
Estado recordó los "miles de víctimas civiles de las guerras en
curso", que "trastornan trágicamente nuestras conciencias".
"En 2025 celebraremos los ochenta años de la Liberación.
Es la base de la República y la base de la Constitución, que
permitió a Italia reconectar los hilos de su historia y de su
unidad. Un aniversario importante. Trae consigo la llamada por
la liberación de todo lo que obstaculiza la libertad, la
democracia, la dedicación a Italia, la dignidad de cada persona,
el trabajo, la justicia, son valores que animan la vida de
nuestro país, las expectativas de las personas, de nuestras
comunidades", destacó el presidente.
La paz "no significa someterse a la arrogancia de quienes
atacan a otros países con las armas", sino que es "la paz del
respeto a los derechos humanos, la paz del derecho de cada
pueblo a la libertad y a la dignidad", subrayó Mattarella y
reiteró "la urgencia de la paz". "Porque - prosiguió - es
correcto. Y, si esta razón no se considera suficiente, porque es
la única garantía de una verdadera paz, evitando que otros
países europeos sean atacados".
"Nunca antes la paz había gritado su urgencia. La paz que
nuestra Constitución señala como un objetivo inalienable, que
Italia siempre ha perseguido, incluso en el importante momento
de este año de la presidencia del G7. La paz de la que la Unión
Europea es una expresión histórica", subrayó en otro tramo de su
mensaje.
"Interpreto, en estas horas, la angustia de todos por la
detención de Cecilia Sala. Estamos cerca de ella a la espera de
volver a verla en Italia lo antes posible", deslizó Mattarella
en referencia a la periodista italiana que está detenida en
Irán.
E insistió con su mensaje antibelicista: "El crecimiento del
gasto en armamentos, desencadenado en el mundo por la agresión
de Rusia contra Ucrania - que también nos obliga a garantizar
nuestra propia defensa - alcanzó este año la cifra récord de
2,443 mil millones de dólares. Ocho veces más de lo asignado en
la reciente COP 29, en Bakú, para luchar contra el cambio
climático, una necesidad vital para la humanidad".
"Una desproporción descorazonadora", destacó también.
Y también habló de la Italia actual. "Entre el Norte y el
Sur hay una disponibilidad desigual de servicios. El peligro de
abandono de las zonas internas y montañosas continúa. Salvar
estas distancias. Garantizar una efectiva plenitud de derechos
es nuestra tarea", afirmó Mattarella.
"La ciencia, la investigación y las nuevas tecnologías
abren posibilidades hasta hace poco inimaginables para el
tratamiento de enfermedades consideradas incurables. Al mismo
tiempo, existen largas listas de espera para pruebas que, si se
realizan a tiempo, pueden salvar vidas. Muchas personas
abandonan el tratamiento y medicina porque carecen de los medios
necesarios", resaltó el jefe de Estado.
"Bullying, peleas, uso de armas. Es preocupante la
proliferación del consumo de alcohol y drogas, antiguas y
nuevas, incluso entre los más jóvenes. Comportamientos
lamentablemente alimentados por las redes sociales, que a menudo
propone modelos inspirados en la arrogancia, el éxito fácil",
graficó.
"Los jóvenes son el gran recurso de nuestro país - destacó
Mattarella -. Podemos contar con su entusiasmo, su fuerza
creativa, la generosidad que a menudo demuestran. Tenemos el
deber de escuchar su malestar, de dar respuestas concretas a sus
necesidades, A ello están comprometidos los operadores generosos
y merecen ser apoyados".
"El elevado número de suicidios es un indicio de
condiciones inaceptables. Tenemos el deber de respetar la
Constitución, que indica normas esenciales sobre la detención en
prisión. El hacinamiento contrasta con esto y también hace que
las condiciones de trabajo del personal penitenciario sean
inaceptables", advirtió.
"Los presos deben poder respirar un aire diferente del
que los llevó a la ilegalidad y al crimen. Operadores generosos
están comprometidos con esto y merecen ser apoyados", completó
Mattarella, tras lo cual anheló lo mejor para Italia y los
italianos.. (ANSA).