(ANSA) - LONDRES, 30 DIC - Mañana se cumple el 25§
aniversario de dos 'monumentos' del nuevo Londres, que ahora se
han convertido en parte integrante del horizonte de la metrópoli
a orillas del Támesis: el Millennium Dome (más tarde rebautizado
como O2 Arena) y la gran rueda panorámica del London Eye.
El aniversario coincide con el último día del año,
exactamente un cuarto de siglo después del acto de inauguración
del 31 de diciembre de 1999, víspera de aquel fatídico año 2000
que cerró -entre expectativas, ilusiones y temores- el segundo
milenio de la fe cristiana.
Un aniversario que no es precisamente grandioso para las
infraestructuras arquitectónicas, pero que certifica el auge y
la estabilidad -al menos por ahora- de ambas obras en el corazón
de la capital británica.
Sin embargo, su historia en los últimos años no es
comparable.
La del London Eye es más lineal. Discutido y cuestionado por
su impacto estético y su evidente impacto comercial, se
transformó inmediatamente en un lucrativo éxito turístico,
después de haber sido diseñado por el estudio de David Mark y
Julia Barfield; hasta convertirse, a pesar del precio de las
entradas, en la atracción de pago más popular de toda la ciudad.
La historia del Millennium Dome es más accidentada. Diseñada
con otra elegancia por un arquitecto estrella del calibre del
fallecido Richard Rogers (en su juventud compañero de Renzo
Piano en la creación del Centro Pompidou de París), una cadena
de errores le cambiaron el alma en apenas un año.
Nacido para ser un bien público que simbolizara una "Cool
Britannia", los errores de cálculo del gobierno de Tony Blair,
vivió una fase de abandono que solo superó en 2007 con la venta
a privados, que tras una reestructuración la convirtieron en el
02 Arena, por el gigante patrocinador de la telefonía. (ANSA).