(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 30 DIC - En 2024, según datos
verificados por la agencia vaticana Fides, 13 "misioneros"
católicos fueron asesinados en todo el mundo, entre ellos ocho
sacerdotes y cinco laicos.
También este año el mayor número de agentes pastorales
asesinados se registró en África y América: cinco en ambos
continentes. En los últimos años, esos continentes se han
alternado en el primer lugar de este trágico ranking.
Según el informe anual publicado hoy por la Agencia Fides,
en total seis hombres fueron asesinados en África (dos en
Burkina Faso, uno en Camerún, uno en la República Democrática
del Congo y dos en Sudáfrica), cinco en América (uno en
Colombia, uno en Ecuador, uno en Honduras, uno en México y uno
en Brasil) y dos en Europa (uno en Polonia y otro en España).
Como lo ponen de relieve las informaciones ciertas y
verificadas sobre sus biografías y las circunstancias de su
muerte, los misioneros y agentes pastorales que perdieron la
vida no estaban en el punto de mira por obras o compromisos
sensacionales, sino que trabajaban dando testimonio de su fe en
la cotidianidad de sus vidas, no necesariamente en contextos
marcados por la violencia y el conflicto.
Las noticias sobre la vida y las circunstancias en las que
se produjeron las muertes violentas de estas personas ofrecen
imágenes de la vida cotidiana, en contextos muchas veces
marcados por la violencia, la pobreza y la falta de justicia.
"Se trata a menudo de testigos y misioneros que han ofrecido su
vida a Cristo hasta el final, de forma gratuita", comenta Fides.
Es más, como viene sucediendo desde hace un tiempo. La
lista anual propuesta por Fides no solo incluye a los misioneros
"ad gentes" en sentido estricto, sino que considera las
definiciones de "misionero" y "misionero" en un horizonte más
amplio y pretende registrar a todos los católicos que participan
de alguna manera en las obras pastorales y actividades
eclesiales que murieron de forma violenta, aunque no
expresamente "por odio a la fe".
Por esta razón se prefiere no utilizar el término
"mártires", excepto en su significado etimológico de "testigos",
para no entrar en el juicio que eventualmente la Iglesia pueda
emitir sobre algunos de ellos a través de los procesos de
canonización.
Entre los agentes pastorales asesinados en 2024 se
encuentran también Edmond Bahati Monja, coordinador de Radio
María/Goma, y ;;Juan Antonio López, coordinador de la pastoral
social de la diócesis de Truijllo y miembro fundador de la
pastoral de la ecología integral en Honduras.
Edmond, que vivía en una zona de Kivu del Norte sacudida
por el avance del grupo armado M23, fue asesinado a tiros por un
grupo de hombres cerca de su casa en el distrito de Ndosho, en
las afueras de Goma.
El ejército regular congoleño, para incrementar las
defensas de la ciudad, ha hecho alianzas temporales con otros
grupos armados y también ha suministrado armamento a unas
milicias llamadas Wazalendo ("Patriotas" en swahili). Sin
embargo, la presencia de grupos armados irregulares ha aumentado
los delitos violentos en Goma, con robos y asesinatos a la orden
del día.
El caso del asesinato de Edmond Bahati, implicado en
investigaciones sobre cuestiones locales y sobre estos grupos
armados, está también vinculado a la pasión con la que llevó a
cabo su trabajo.
En dos años, al menos una docena de trabajadores de los
medios de comunicación han sido asesinados en Goma y sus
alrededores. Bahati había llevado a cabo investigaciones sobre
la violencia de los grupos armados en la región.
Juan Antonio López, por otra parte, era conocido por su
compromiso con la justicia social y sacaba fuerza y ;;coraje de
su fe cristiana. El crimen ocurrió pocas horas después de una
conferencia de prensa en la que junto a otros líderes
comunitarios denunció los presuntos vínculos entre miembros de
la administración municipal de Tocoa y el crimen organizado.
El asesinato de López se produjo en medio de una creciente
represión contra defensores de derechos humanos en Honduras. El
Papa Francisco, durante el Ángelus del 22 de septiembre, subrayó
la importancia de proteger a quienes defienden la justicia.
"Me uno al duelo de esa Iglesia y a la condena de toda
forma de violencia", dijo. "Estoy cerca de quienes ven
pisoteados sus derechos básicos y de quienes se comprometen con
el bien común en respuesta al clamor de los pobres y de la
tierra", añadió el Pontífice, recordando el legado de López como
hombre de fe que dio vida por los demás.
De 2000 a 2024, el número total de misioneros y agentes
pastorales asesinados es 608, según Fides. (ANSA).