Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 30 DIC - México prepara una
especie de escudo protector para ayudar a sus connacionales en
Estados Unidos a fin de afrontar las temidas deportaciones
masivas de migrantes anticipadas por el futuro presidente Donald
Trump, que incluye botones de pánico y visitas a cárceles, pero
el plan suscita dudas entre expertos.
Además, las medidas anunciadas el viernes no logran dispar
el temor creciente entre la comunidad migrante en la nación
vecina, que aguarda con incertidumbre y temor la llegada del 20
de enero cuando asuma Trump, quien ha dicho que empezará de
inmediato a expulsar a personas sin documentos.
El "botón de pánico", que funcionará mediante el teléfono
móvil a partir del 6 de enero próximo, detectará la ubicación de
quien esté en peligro, avisando a familiares y consulado más
cercano sobre una inminente detención, y se coordinará con un
"call center".
Las autoridades mexicanas anunciaron, entre otras cosas,
la contratación de un ejército de 329 asesores legales para
defender a sus connacionales, a fin de que se respete el debido
proceso y aconsejarlos con el objeto de que se cercioren de que
su eventual detención obedezca a una orden legítima de un juez.
También se prevé un plan local por cada Consulado para que
se vincule con las redes de apoyo de iglesias, universidades,
grupos de defensa de migrantes y empresarios, un "call center"
de atención 24/7, y el programa preventivo "Conoce tus
derechos", pero los especialistas hacen notar que la estrategia,
aunque acertada, refleja limitaciones.
Irineo Mújica, líder de la ONG Organización Pueblos sin
Fronteras, señaló que "un abogado sólo te va a ayudar a que te
deporten más rápido" por cuanto es "muy difícil que realmente
puedas evitarla".
"Hay miles de agencias, de gente que ayuda en eso, pero
no la tienen nada fácil", señaló Mújica al diario local Reforma,
quien considera que las acciones deberían "enfocarse más en
tratar de impugnar las medidas de Trump ante los tribunales y la
Suprema Core, que en la defensa de casos particulares".
"A mi manera de ver por haber vivido aquí en los Estados
Unidos, una vez que se da una orden de deportación ya no hay
mucho que hacer", agregó.
Bernardo Méndez, director ejecutivo de la Fundación
América Sin Muros", indicó que se trata de un programa
"pertinente, oportuno y adecuado" siempre y cuando cuente con
fondos suficientes para financiarlo, así como los recursos
humanos que se requieren.
La escasez de dinero siempre "ha metido presión a los
consulados y ante una avalancha de solicitudes de auxilio
podrían verse rebasados", afirmó Méndez, que trabajó 26 años en
el Servicio Exterior mexicano.
El canciller Juan Ramón de la Fuente, quien anunció ante
la presidenta Claudia Sheinbaum esta estrategia, afirmó que hay
fondos disponibles para ello, pero el activista expuso que la
"austeridad republicana" del pasado y presente gobierno dicen
otra cosa.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Migración (INM)
tendrá en 2025 el presupuesto más bajo en ocho años, mientras la
Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados sufrirá un recorte de
10%.
Con esos fondos insuficientes, el organismo sufrirá un
cambio para convertirse en un ente de apoyo "a la movilidad
humana", según anunció Sheinbaum la semana anterior. (ANSA).