(ANSA) - BUENOS AIRES 30 DIC - Este lunes 30 de diciembre es
un día oscuro en Argentina, pues se cumplen 20 años de la peor
catástrofe no natural del país, el incendio del local de
recitales República Cromañón, en la capital Buenos Aires, por
pirotecnia lanzada por los asistentes que causó 194 muertos y
1.500 heridos.
Imágenes y relatos de testigos, víctimas y sobrevivientes se
suceden en estos días en los medios de prensa locales y aquella
tragedia regresa como una pesadilla, en un sitio de la capital
que aún es un santuario tristemente evocativo.
En abril de 2004 abrió República Cromañón, justamente, con
un show de la banda Callejeros, que fue la que actuaba el día
del fatal incendio. Los fanáticos de ese grupo musical, en pleno
ascenso en esa época, solían lanzar bengalas durante los
recitales, pero el techo del local, sin una cobertura ignífuga,
encendió con una pira ante los chispazos de la pirotecnia y
desencadenó un fuego voraz y la emanación de tóxicos.
Algunos sobrevivientes describieron como "un gigantesco
cuadrado prendido fuego que cayó del techo". Durante las
investigaciones, se supo que tras una cobertura del techo estaba
el panel acústico, una gruesa capa de un material similar a la
goma espuma, que sirve para aislar el sonido del lugar.
Ese material contenía una sustancia tóxica llamada ácido
cianhídrico, que provocó la mayoría de las muertes por asfixia.
Encima, Cromañón tenía capacidad para 1.031 personas, pero
aquella noche su aforo se superó holgadamente, lo que fue otro
de los factores que provocó que el incendio fuera la mayor
tragedia no natural en Argentina. se vendieron unos 3.500
tickets.
Al comenzar el incendio, el administrador del local, Omar
Chabán -quien murió estando preso en 2014, tras ser condenado a
20 años por la tragedia- cortó el sonido y a los pocos segundos
se cortó la luz, dejando a la gente que se encontraba adentro
totalmente a oscuras. Una pequeña luz, que decía "salida",
señalaba la ubicación de un portón, pero estaba cerrado con un
candado por el lado de afuera.
Todos los que se dirigieron allí quedaron atrapados y
apilados unos encima de otros. Muchos recibieron heridas graves
a causa de los empujones que se dieron en la desesperación por
intentar salir.
Pero, fue la goma espuma del techo la que provocó la mayoría
de las muertes por asfixia. Otro dato clave fue que de los 15
matafuegos que había en el lugar, solamente cuatro funcionaban.
En 2008, Chabán declaró durante el juicio que uno de los
fanáticos que había asistido al show de Callejeros, al que
identificó como Julio Roberto Vittone, fue una de las personas
que arrojó una de las bengalas que incendiaron el techo de la
disco y que provocó que ardiera el cielo raso.
"Reconozco que tiré tres bengalas, pero no fui quien
prendió fuego el boliche. Las personas que lo hicieron
fallecieron, no están vivas", afirmó Vittone. Más allá de él, no
se halló a ningún responsable de arrojar pirotecnia.
En los años que siguieron al incendio, 17 sobrevivientes de
Cromañón se quitaron la vida, una estadística trágica que deja
al descubierto el abandono y la falta de apoyo a quienes, aunque
lograron escapar de las llamas, no pudieron escapar del trauma,
apuntó un detallado informe del diario Clarín.
Además de Chabán, otro condenado fue Daniel Levy
-propietario del local- a cuatro años y medio de prisión por
"incendio culposo" y por haber sido responsable de "haber
provocado, con acciones u omisiones, la muerte de 194 personas y
lesiones a por lo menos 1.400".
Tres ex integrantes del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires fueron condenados por el delito de omisión de deberes de
funcionario público en concurso ideal con incendio culposo
seguido de muerte. El ex subcomisario Carlos Díaz, también fue
condenado a ocho años de prisión.
Aníbal Ibarra (centroizquierda), electo en dos ocasiones
jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fue destituido
mediante un juicio político después de estar suspendido desde
noviembre de 2005. Se lo encontró responsable de mal desempeño,
y Cromañón marcó la caída política de uno de referentes del
progresismo.
En 2009, el Tribunal Oral en lo Criminal Nø 24 absolvió a
los siete músicos de Callejeros. Sin embargo, en 2011, la Cámara
de Casación de Buenos Aires revisó la sentencia y condenó a
todos los miembros de la banda como partícipes necesarios del
delito de "incendio culposo, seguido de muerte en concurso real
con cohecho activo".
La tragedia modificó las normas, mecanismos y controles para
espectáculos masivos en la Ciudad de Buenos Aires.
Además del mausoleo, las zapatillas de lona, que en la época
del fatal incendio usaban los jóvenes, representan un símbolo.
Los símbolos nunca son porque sí. Simbolizan las zapatillas
perdidas en esa estampida desesperada, dibujadas en murales,
colgadas de los cordones en los cables de luz o apiladas en el
asfalto, emblema de los que murieron allí. (ANSA).