(ANSA) - BORMIO, 28 DIC - El esquiador francés Cyprien
Sarrazin pasó una noche tranquila tras la operación a la que fue
sometido para drenarle un hematoma subdural que le provocó la
brutal caída que sufrió mientras disputaba la prueba
cronometrada de descenso libre en Bormio, informó la federación
de su país (FFS).
"Cyprien fue operado el viernes por la noche para descomprimir
un hematoma intracraneal y la intervención resultó un éxito. Se
lo mantiene sedado", explicó la entidad al confirmar la
evolución del número dos del mundo en la prueba de descenso
libre y vencedor hace un año en la misma pista de Stelvio en la
que se accidentó en la víspera.
Un escenario que albergará las pruebas de esquí masculino en los
Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026 y que fue
objeto de críticas por parte de algunos competidores, polémica
en la que terció el responsable de la Copa del Mundo de la
federación internacional (FIS), Markus Waldner.
Según dijo, las diferencias en las condiciones de la nieve en
distintos tramos de la pista, apuntadas por varios competidores,
se debieron a los fuertes vientos que azotaron la parte baja de
trazado, una situación que -dijo- es habitual porque "se trata
de un deporte que se practica al aire libre".
Hoy, en la competencia de descenso se impuso el suizo Alexis
Monney, quien a los 25 años celebró su primer podio al finalizar
la prueba por delante del talentoso y joven esquiador suizo
Franjo von Allmen y del canadiense Cameron Alexander, mientras
que el italiano Mattia Casse finalizó en el cuarto puesto.
El número uno "azzurro" arañó el podio, pero cometió un error
que lo marginó del mismo, aunque peor le fue al suizo Marco
Odermatt, que terminó a sus espaldas después de que en plena
competencia se le activara el "airbag", situación que no le
impidió seguir adelante, pero lo relegó también en la pelea por
la victoria.
Lejos, en el trigésimo primer puesto, finalizó el también
italiano Dominik Paris, ganador en esta pista en siete ocasiones
y quien pese a haber tenido una buena partida, perdió terreno al
no querer forzar la marcha en el punto en el que Sarrazin sufrió
su espantosa caída el viernes porque -confesó luego- "no me
sentía seguro". (ANSA).