Por Marzia Apice
(ANSA) - ROMA 28 DIC - Edificios destruidos por las bombas y
la prisa de los desplazados para tomar la ayuda humanitaria
lanzada en paracaídas. Las noches iluminadas por el resplandor
de los misiles, los rostros desesperados de los niños de Gaza y
las fotos de los rehenes aún en manos de Hamás. Las esperanzas
de paz que muchos habían puesto en el nuevo año 2023 se vieron
frustradas: 2024 también estuvo marcado por la violencia y la
brutalidad de la guerra, como lo atestiguan muchas de las
imágenes del libro Photoansa.
El año bisiesto trajo consigo el temor cada vez más concreto
de una escalada que, por su magnitud y número de países
implicados, podría representar una amenaza -también por el
espectro de la energía nuclear- a escala global.
Los frentes de guerra no han disminuido, todo lo contrario,
y muchos están a la espera de entender qué rumbo tomará el
escenario internacional una vez que el presidente electo Donald
Trump tome posesión de la Casa Blanca.
La agresión de Rusia contra Ucrania continúa: mientras
Volodymyr Zelensky pide a viva voz la adhesión a la OTAN y el
apoyo militar continuo de Occidente, Vladimir Putin ha obtenido
el apoyo de Corea del Norte, que envió soldados.
Oriente Medio sigue en llamas: la guerra entre Israel y
Hamás continúa a pesar de la diplomacia internacional, y se
extiende a otros enemigos históricos del Estado judío, el
Líbano, con las milicias de Hezbolá, e Irán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sigue
insistiendo en el "derecho de Israel a defenderse". Tras la
muerte de Hasan Nasrallah, jefe de Hezbolá, asesinado a tiros el
28 de septiembre en Beirut, en octubre Israel anunció el
asesinato de Yahya Sinwar, líder de Hamás. Mientras tanto, el
número de muertes ha crecido exponencialmente a lo largo de los
meses, en una interminable sucesión de redadas y represalias.
En diciembre, el frente sirio también se reactiva: el avance
de los rebeldes yihadistas en todas las principales ciudades de
Siria pone de rodillas a los soldados de Bashar al Assad. Con la
conquista de Damasco, el régimen cae y el rais encuentra refugio
con su familia en Moscú: el líder de los insurgentes Abu
Mohammed al-Jolani elige al fiel Mohammed Bashir para gobierno
de salvación.
Pero 2024 también fue un año de elecciones importantes. En
marzo, Rusia acudirá a las urnas: se espera que Putin sea
confirmado como presidente, reelegido por quinta vez mediante
plebiscito. La oposición vuelve a hacerse oír, sobre todo tras
la muerte de Alexei Navalny en una prisión rusa el 16 de
febrero: el emblema de la lucha es la viuda del disidente, Yulia
Navalnaya, que desafía a Putin al anunciar que quiere
presentarse a las elecciones.
En junio también los ciudadanos europeos están llamados a
expresar su opinión. Las urnas dejan prácticamente inalterado el
equilibrio en el Parlamento de Estrasburgo: Ursula von der Leyen
lanza su segunda Comisión.
Al otro lado del océano, el duelo cara a cara entre Joe
Biden y Donald Trump ocupó el centro del escenario. El 13 de
julio, la noticia del ataque a Trump en un mitin en Butler,
Pensilvania, conmocionó al mundo. El magnate, herido en un oído,
todavía ensangrentado, grita furioso: "Lucha!". Una escena que
galvanizó a sus partidarios y probablemente también a gran parte
de los indecisos.
Luego, menos de 10 días después, el 21 de julio, Biden se
retira de la carrera por la Casa Blanca y lanza a su compañera
de fórmula para la vicepresidencia, Kamala Harris. Pero Harris
no convence del todo y Trump se convierte en el 47§ presidente
de Estados Unidos después de haber sido también el 45§.
Muchos han calificado al año 2024 como un ®annus horribilis¯
para la realeza británica: en enero, el rey Carlos fue
hospitalizado por cáncer; Luego la revelación de Kate Middleton
de que tenía cáncer y tendría que someterse a quimioterapia.
En Italia, 2024 fue el año del G7: los grandes de la Tierra,
incluido el Papa Francisco, se reunieron en junio en una Apulia
confinada, recibidos por la primera ministra Giorgia Meloni.
La violencia contra las mujeres no cede en nuestro país, los
feminicidios alcanzan los 100. Hay gran expectativa por las
sentencias de los procesos contra Filippo Turetta, el asesino de
Giulia Cecchettin, y Alessandro Impagnatiello, quien mató a
Giulia Tramontano, quien estaba embarazada de siete meses, ambos
condenados a cadena perpetua.
En 2024, el número de suicidios en las cárceles es un récord
(86 desde principios de año). Las cosas no fueron mejor en el
frente de las masacres en el lugar de trabajo, desde Esselunga
hasta la central de Enel en Suviana, desde Casteldaccia hasta
Calenzano.
La inundación de octubre en Valencia fue otra prueba, quizá
la más impactante, de los desastrosos efectos del cambio
climático: más de 220 muertos, decenas de desaparecidos, miles
de desplazados y grandes daños.
El protagonismo en el deporte lo acaparó los Juegos
Olímpicos de París. Hubo mucha polémica: la referencia blasfema
a la éltima Cena en la ceremonia de apertura, las autoridades,
incluido el presidente Sergio Mattarella, abandonadas bajo la
lluvia, las competiciones de natación en el Sena, no es apto
para nadar, y el caso de la boxeador argelino Imane Khelif.
Gracias a nuestros atletas, Italia ha tenido suficiente emoción:
40 medallas, como la del equipo nacional de voleibol, pero
también la respiración contenida de Gianmarco Tamberi, solo 11§
en la final de salto de altura que llegó después de un cólico
renal muy doloroso.
Pero 2024 también fue el año en el que el mundo del deporte
tuvo que decir adiós a dos gigantes del fútbol, ;;Gigi Riva y
Tot• Schillaci. Finalmente, en el año que termina el 18 de
agosto, falleció Alain Delon, la última estrella, mientras que
nuestra estrella Sophia Loren cumplió 90 años el 20 de
septiembre. (ANSA).