(ANSA) - ROMA, 27 DIC - "La comunidad internacional debe
abordar con un modo más riguroso la República islámica con el
fin de poner fin a las ejecuciones. Los derechos de las mujeres
deben ser respetados. Si la nueva ley sobre el velo fue
bloqueada es porque el régimen teme la fuerza del pueblo y su
resistencia. Por esto, la comunidad internacional debe apoyar a
las mujeres iraníes", precisó la premio Nobel de la Paz y
activista iraní Narges Mohammadi.
Lo dijo en una entrevista de Marco Damilano en "El caballo y
la torre", emitido por la RAI 3.
Condenada a 16 años de prisión por el régimen, Mohammadi
salió de prisión gracias a una suspensión de la sentencia por
motivos de salud. "Me dieron sólo 21 días, a pesar de que su
médico forense, que depende de las autoridades judiciales, me
había dado un mes -explica-. No tengo intención de volver a
prisión pero tengo una fianza-caución de 8.000 millones de
Touman que, si fueran confiscados, me vería obligada a regresar
a prisión. Mis médicos pidieron que no regrese a la cárcel
porque el trasplante de hueso en mi pierna no se ha completado y
la pierna está en peligro. No sé si aceptarán".
La activista recuerda el período de aislamiento. "Cuando
hablo de soledad y de sensación de aislamiento dentro de esas
celdas, hablo de una soledad mortal y destructiva que tiene otro
significado -afirma-. El de sentir la necesidad de escuchar la
voz de un ser humano, de sentir la la necesidad de ver a un ser
humano con los propios ojos después de largos días, sentir la
necesidad de escuchar incluso el sonido de un pájaro, o sentir
el deseo de ver quizás incluso un signo de la naturaleza como el
cielo, el Sol o una hoja, una flor. Cuando te eliminan todo por
completo, la soledad adquiere un significado particular que
poco a poco acerca al ser humano al vacío, a la ausencia de
sentido, al ya no ser humano".
"Experimenté cuatro veces la celda de aislamiento y puedo
decir sin lugar a dudas que se trata de una de las torturas más
inhumanas del mundo y que es todavía practicada por el régimen
de la República islámica -agrega Mohammadi-.
Por lo tanto, aprovecho esta oportunidad para pedir a todas
las organizaciones internacionales y de derechos humanos, a
todos los medios de comunicación, que luchen para detener el uso
de esta tortura que es madre de ejecuciones, confesiones falsas
y forzadas y penas de prisión cada vez más severas, que nos
ayuden".
Mohammadi está en primera línea en las batallas del
Movimiento Mujer, Vida y Libertad". "El pueblo -enfatiza-
comunicó al mundo un mensaje muy claro y demostró su papel
activo en la elección de los cambios que espera. El mensaje era
que la dictadura teocrática llegó al punto más bajo de su
historia y que el deseo del pueblo es superar este régimen".
(ANSA).