Por Mariella Spaziano
(ANSA) - ROMA 27 DIC - De un metro de altura, 200 kilos de
peso, un metro y medio de diámetro, totalmente de bronce,
responde a la nota musical del Rey: es la campana oficial del
Jubileo 2025, fundida por la fundición pontificia Marinelli de
Agnone, en la provincia de Isernia, junto con otras cuatro
campanas.
Gabriella Marinelli, una de las propietarias de la fundición
molisana, cuenta con orgullo la historia: "Nació aquí mismo¯,
explica a ANSA, el 15 de diciembre de 2023 con un rito milenario
realizado en presencia de monseñor Rino Fisichella, que bendijo
el bronce fundido".
"Es realmente conmovedor, mientras el bronce vivo y líquido
desciende a la fosa de fundición, invocamos a la Virgen María,
decimos: 'Santa María'. Normalmente, solo somos unos diez, pero
para la Campana del Jubileo de 2025 éramos muchos". Y ese
momento sigue grabado en sus ojos cuando lo cuenta un año
después.
Luego describe la campana: "Tiene el logotipo del Jubileo,
las cuatro figuras estilizadas, abrazadas por una Cruz que se
convierte en un ancla y debajo están las olas del mar para
representar la vida, que luego encuentra una salida en la fe y
la esperanza".
Pero hay más además del logotipo: ®Queríamos poner cuatro
ángeles a los lados de la campana para proteger el mundo, para
contener los vientos y que no soplen sobre la tierra y el mar".
Los ángeles estilizados se inspiran en el fresco de Cimabue
conservado en la Basílica Superior de Asís. Al otro lado está la
puerta santa con el Papa Francisco. Debajo también el escudo con
el lema del Pontífice 'Miserando atque eligendo'", explica.
La decoración es obra de la escultora Paola Marinelli. La
campana salió de Agnone el 19 de octubre y no es la única que
llegará a San Pedro: con ella otras cuatro campanas y un
carillón de campanas para la apertura de la puerta santa con un
concierto interpretado por los maestros campaneros de Agnone,
entre ellos Giulio Costanzo. A continuación será donada al Papa
Francisco.
También para el Jubileo del año 2000 tuvo lugar en Agnone la
fundición de la campana grande. "El patriarca de las campanas
Pasquale Marinelli se encargó de ella, junto con sus nietos
Armando y Pasquale", recuerda Gabriella. Dio sus primeras
campanadas en 2000 y ahora se encuentra en los jardines
vaticanos. Está en la avenida dedicada al Papa Pío XI, que
concedió a la forja Marinelli el reconocimiento de fundición
pontificia, un episodio que ocurrió hace 100 años.
En las paredes, en las salas, del museo de la campana
Marinelli hay enmarcadas fotografías y documentos que cuentan su
larga historia. De hecho, la fundición existe desde el año 1000
y está certificada como propiedad de Marinelli desde 1300.
Solo ha cambiado de ubicación una vez, hasta 1950 estuvo en
el centro histórico de Agnone, en los sótanos del edificio
Marinelli, pero un gran incendio lo destruyó todo y se llevó
consigo la vida de un trabajador.
"Entonces Pasquale Marinelli, recuerda Gabriella, compró un
terreno que estaba fuera del centro de la ciudad y construyó el
edificio actual. Hoy, nuestro museo es visitado por 30.000
personas al año".
La colección cuenta con hasta 300 campanas y 50 de ellas
están catalogadas digitalmente por el Ministerio de Cultura.
"Esperamos que con los años haya cada vez más. Estamos
preparados para escribir más páginas de historia gracias a la
pasión que transmitimos de generación en generación y que está
en nuestro ADN", concluye Gabriella Marinelli. (ANSA).