(ANSA) - ROMA, 27 DIC - "Cecilia Sala es una periodista
extraordinariamente valiente, que desde hace dos años edita el
pódcast Stories para Chora News, el más escuchado cada día en
Italia. Está acostumbrada a ir al terreno: no es una freelance,
sino que es contratada regularmente por Chora, viaja con todas
las protecciones y entró en Irán de acuerdo con las autoridades,
de forma regular y transparente. Es una periodista italiana que
fue detenida mientras hacía su trabajo. De momento no se han
presentado cargos".
Así lo subrayó Mario Calabresi, director y cofundador de
Chora Media.
Cecilia, recuerda Calabresi, "estuvo en Ucrania, muchas
semanas en el frente, pero también en Sudán, y luego en Irán,
que es su pasión. De hecho, las chicas iraníes y su coraje son
su pasión: quería volver allí, hablar con las muchas amigas
cuyas historias contó en el libro 'El fuego'. Quería dar voz a
estas chicas que ya no llevan velo, que sueñan con una vida
diferente, que buscan su libertad".
Cecilia Sala, subraya además Calabresi, "obtuvo un visado
regular por ocho días y empezó a hacer sus entrevistas". Ya se
han publicado tres episodios del pódcast y tenía material para
hacer más. El jueves era su último día, regresaría a Italia el
viernes".
"A primera hora de la tarde, cuando esperábamos que enviara
el episodio, no pasó nada y su teléfono quedó en silencio. Hasta
la mañana siguiente no supimos nada: comprobamos que no había
tomado el avión de vuelta a casa y ni siquiera había hecho el
check-in", agrega.
"Junto con su familia y su compañero, Daniele Raineri,
alertamos a la unidad de crisis de la Farnesina. Avisaron a la
embajada y enviaron a una persona al aeropuerto, pero no había
rastro de Cecilia. A última hora de la mañana del viernes, se le
permitió hacer una breve llamada telefónica a su madre, pero
evidentemente estaba leyendo una hoja de papel con las pocas
frases que podía decir: cuando su madre intentó preguntarle
dónde estaba o por qué la habían detenido, se limitó a repetir
ïïno puedo", continúa Calabresi.
A partir de ese momento, mantuvimos un contacto diario con
la Farnesina y el Palazzo Chigi, manteniendo el pacto de
silencio con la esperanza de que permitiera una liberación más
rápida de Cecilia. Hoy la Farnesina ha hecho oficial la
detención porque se ha dado cuenta de que la noticia no podía
mantenerse por más tiempo", sostiene.
Durante ocho días en la cárcel de Evin, 'ayer Cecilia tuvo
la oportunidad de una segunda llamada telefónica y llamó a sus
padres y a su pareja', mientras que hoy 'por fin ha podido
recibir la visita del embajador que le ha llevado ropa, comida,
libros que esperamos que se los den. Está incomunicada, la
situación es muy angustiante', concluye Calabresi. (ANSA).