Por Domitilla Conte
(ANSA) - TEL AVIV, 27 DIC - La zona que rodea uno de los
pocos hospitales aún operativos en el norte de la Franja de
Gaza, el Kamal Adwan en Beit Lahia, se convirtió durante horas
en un campo de batalla, dejando más de 50 muertos.
El ejército israelí, con el argumento de "perseguir a los
terroristas de Hamás", irrumpió en un edificio cercano y le
prendió fuego.
Además, ordenó la evacuación del hospital 15 minutos antes
del asalto y, como siempre entre versiones encontradas, se
desató el infierno.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron la
operación afirmando que habían recibido información de
inteligencia sobre la presencia de "infraestructuras terroristas
y agentes que llevaban a cabo actividades vinculadas con el
terrorismo en la zona del hospital Kamal Adwan en Jabaliya",
considerado "un bastión terrorista de Hamás".
La zona, ya golpeada en octubre, según el ejército, "se ha
convertido una vez más en un bastión clave", a pesar de los
repetidos llamamientos israelíes a "abstenerse de explotar el
hospital para actividades militares".
Los soldados de la 401¦ Brigada bajo el mando de la 162¦
División entraron entonces en acción, tras recibir la orden de
evacuar "en 15 minutos".
Entre los más de 50 muertos, hubo al menos tres miembros del
personal médico, que se sumarán a las 45.436 víctimas de esta
guerra, según los recuentos de Hamás.
El movimiento palestino acusa a los soldados israelíes de
irrumpir en el hospital "obligando al personal médico, a los
pacientes, a los heridos y a los desplazados a evacuar".
Citando al director del hospital, el Ministerio de Salud del
territorio palestino dirigido por Hamás dijo que el ejército
israelí había "prendido fuego a todos los departamentos
quirúrgicos del hospital" y que "hay muchos heridos entre el
personal médico".
Según Safiya, en el momento del ataque el hospital
albergaba a unas 350 personas, entre ellas 75 heridos y
enfermos, así como 180 miembros del personal médico.
El propio director informó que el edificio de enfrente,
donde se alojaban los trabajadores sanitarios y sus familias,
fue arrasado.
Entre las víctimas se encontraban un pediatra, un técnico de
laboratorio y un trabajador de mantenimiento del hospital.
Entretanto, el ejército israelí no ha descuidado sus otros
frentes de guerra, llevando a cabo ataques aéreos contra
"infraestructuras" situadas en la frontera entre Siria y Líbano,
cerca de la aldea de Janta, presuntamente lugares de contrabando
de armas para Hezbolá, y contra una farmacia del sur del Líbano
que se cree que es un escondite de armas.
Y, si bien la ONU condenó la escalada entre Israel y Yemen,
las hostilidades no cesan: los rebeldes hutíes yemeníes se
responsabilizaron del lanzamiento de un misil balístico
hipersónico contra el aeropuerto de Tel Aviv que causó 18
heridos leves y la suspensión de vuelos durante 30 minutos.
Otro misil fue interceptado, según las FDI, "fuera del
espacio aéreo israelí".
Los rebeldes reiteraron que no pararán hasta que Israel
abandone Gaza.
Asimismo, por la tarde, nuevos ataques aéreos sacudieron la
capital yemení, Sanaa. (ANSA).