(ANSA) - ROMA 27 DIC - Utilizar las emociones del arte, de la
libertad de expresión, del ser como tal sin distinciones ni
barreras, de la creatividad sea cual sea. Tres mil metros
cuadrados de baldosas, todas ellas procedentes de materiales de
desecho, que enseñan a "guetizar el bullying", a acoger, a
educar, a incluir.
Se trata de "Il Mosaico che parla - Storia di volti e
scoperte" ('El mosaico que habla - Historia de rostros y
descubrimientos') que en 170 páginas cuenta la historia de 27
años de trabajo en lo que, una vez terminado, será el mosaico
más grande de Europa, y probablemente del mundo, una obra muy
deseada, ideada y en construcción por la artista italiana
Andreina Giorgia Carpenito, en Indicatore, a las puertas de
Arezzo, en la Iglesia del Espíritu Santo.
Una experiencia artística que se ha convertido en un método
educativo global en el que el arte encuentra al hombre y se
convierte en terapia, como curación que parte del alma
acompañada de verdaderos recorridos educativos y prácticos
dedicados también a jóvenes y adultos con discapacidad.
El Mosaico fue concebido y preparado, de hecho, desde su
inicio, como un recorrido motor para discapacitados, "el buque
insignia del programa: desde la tortuga con las sillas
especiales del Cuadrado Mágico hasta los recorridos psicomotores
y sensoriales para sillas de ruedas y personas sin discapacidad,
personas videntes", se lee en el volumen.
"Este enfoque - explica - no permite sentirse diferente,
sino diferentemente igual. Tanto es así que se encuentran
respuestas sorprendentes de colaboración. Como en el caso de una
chica sorda que es concejala de la asociación (Associazione
culturale Ezechiele Aps fundada por Carpenito, NDR) quien,
sintiéndose plenamente parte del proyecto, decidió prestarse
como guía para los grupos de sordos, poniendo a su servicio y
como regalo sus conocimientos de lengua de signos".
El volumen, (Ediciones Elledici - 25,00 euros), se compone
de 5 capítulos y 12 secciones dedicadas a los testimonios de
cada momento de esta historia con un final aún por escribir. El
texto se está distribuyendo en librerías de toda Italia, en
plataformas online y en el sitio web de la editorial.
"Desde los 6 hasta los 100 años, todos pueden participar
activamente en el proyecto, tanto en el mosaico como en los
talleres de música, pintura, gráfica, escultura y están abiertos
a grupos escolares italianos y extranjeros o a artistas
individuales. O -explica Andreina Carpenito- está la experiencia
artística para grupos de personas con discapacidad, grupos de
amigos, turistas y todos aquellos que quieran tener un
conocimiento total de la obra".
Un proyecto que demuestra cómo el arte "cura y sana", según
la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Arezzo, Lucia Tanti, quien
anunció el compromiso de la administración para la valorización
de la obra.
Un método, según revela el autor de las introducciones a las
distintas secciones Daniele Conti, "que se puede replicar
también en otros contextos y naciones, dada la visibilidad
internacional que ha obtenido el proyecto".
"La obra creada en este pequeño pueblo cuenta la historia
del milagro realizado con la ingenuidad de quien ama y la
tenacidad de quien cree en sus ideales", subraya la fundadora y
CEO de Italpreziosi, Ivana Ciabatti, que apoyó la publicación,
según la cual el trabajo de Andreina "resume su compromiso
diario de dar sonrisas y esperanza a las personas con
discapacidad, valorando ante todo al individuo y su dignidad".
La introducción es del cardenal Gualtiero Bassetti. "Las
piezas que componen el gran mosaico", escribe, "son en sí mismas
un testimonio de fe y de renacimiento, de diversidad social y
cultural que une".
Cada capítulo y cada sección de "El Mosaico que habla -
Historia de rostros y descubrimientos" está acompañado de una
imagen seleccionada en función del tema tratado. El volumen
también está acompañado por fotografías de Fulvio Fugalli,
Gianni Ciccarello, Roberta Soldani, la propia Andreina Carpenito
y Giancarlo Sgrevi, que muestran el trabajo diario en el centro
cultural, donde, además del mosaico, se logra la inclusión a
través de la enseñanza de los instrumentos musicales, con el
maestro Massimo Nasorri.
Entre los temas explorados, "El arte, un refugio interior
colectivo"; "El mosaico que habla"; "Cómo valorizar la
inutilidad de los residuos"; "Después del duelo, renacimiento";
"Bullying guetizante"; "El rechazo se convierte en crecimiento";
"Terapia del arte. La curación está en el alma"; "Discapacidad.
Diferentemente iguales". (ANSA).