(ANSA) - ROMA 27 DIC - A partir de mañana llega una
revolución ecológica en el ámbito de la alimentación de los
dispositivos electrónicos, pero también una vida más fácil para
quienes los utilizan y un ahorro para el bolsillo, considerando
un gasto de 250 millones de euros al año.
De hecho, el sábado 28 de diciembre entra en vigencia el
nuevo reglamento europeo sobre el cargador electrónico único
que, al normalizar los nuevos productos vendidos en el
continente con la presencia obligatoria de un puerto USB tipo C,
permitirá poner fin a la desperdicio de miles de toneladas de
desechos electrónicos.
La obligación portuaria, ya generalizada entre los
principales fabricantes de tecnología, entrará en vigencia a
partir de mañana para una larga serie de dispositivos: teléfonos
móviles, tabletas, cámaras digitales, cascos y auriculares,
consolas de videojuegos manuales, altavoces portátiles, libros
digitales, ratones. teclados, micrófonos, sistemas de navegación
portátiles, consolas portátiles y lectores de libros
electrónicos vendidos en la UE.
Mientras, para los ordenadores portátiles nuevos la
obligación entrará en vigencia el 28 de abril de 2026.
La norma, que se aplica a los dispositivos nuevos vendidos y
no a los que ya están en el mercado, conlleva numerosas
ventajas.
En primer lugar, simplifica la vida de los consumidores al
eliminar la necesidad de llevar consigo cargadores diferentes y
a menudo inutilizables.
Además, ayuda a reducir el impacto ambiental al limitar la
producción de residuos electrónicos.
Actualmente, los europeos gastan alrededor de 250 millones
de euros al año en cargadores que a menudo resultan superfluos o
no se utilizan, y terminan alimentando las 11.000 toneladas de
residuos electrónicos que se producen anualmente en la UE.
La introducción del cargador universal pretende acabar con
ese despilfarro.
La publicación de la ley, que tuvo lugar en diciembre de
2022, preveía su entrada en vigencia en los próximos 24 meses,
con fecha límite el 28 de diciembre de 2024.
Para concienciar a los usuarios, las distintas empresas
deberán proporcionar información clara sobre las características
de los dispositivos y el contenido del paquete.
Cada marca podrá adoptar estándares propios para la carga
rápida sin excluir el llamado "USB power delivery", es decir, un
protocolo de alimentación compartida.
De hecho, según precisó en una nota la asociación de
consumidores Aduc, la directiva también armoniza los requisitos
de carga rápida, lo que permitirá a los usuarios cargar a la
misma velocidad con cualquier cargador compatible.
A partir de mañana, los fabricantes deberían haber
actualizado sus embalajes con información sobre las funciones de
carga y lo que se incluye en cada compra.
Para comprender la magnitud del fenómeno, en 2020 en la
Unión Europea -precisó la asociación- se vendieron 420 millones
de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos
portátiles.
Cada consumidor posee una media de tres cargadores para
estos dispositivos, de los cuales habitualmente sólo utiliza
dos.
Según la Comisión Europea, el 38% de los consumidores
afirma tener dificultades para cargar su teléfono móvil,
normalmente porque el cargador es incompatible.
De esta forma también se acaba la fidelización que
practicaron diversos fabricantes de dispositivos y, en
consecuencia, el consumidor ahorrará. (ANSA).