(ANSA) - OSLO, 26 DIC - En la oscuridad de la noche ártica,
con lluvia, un autobús se patinó y terminó en el agua helada de
un lago con 58 personas a bordo, muchos de ellos turistas.
El accidente sucedió en el norte de Noruega, donde un
autobús que circulaba por la E10 en el municipio de Hadsel,
cerca del estrecho de Raftsundet, se salió de la carretera por
causas aún por determinar y cayó al lago svatnet: el saldo fue
de tres muertos y cuatro heridos graves, según a lo que declaró
la policía.
Socorristas de toda la región intervinieron en el lugar y
encontraron el autobús parcialmente sumergido: la oscuridad
acompañada de intensas lluvias y fuertes vientos complicaron aún
más las operaciones de rescate.
"Las condiciones meteorológicas en el lugar son muy malas.
Se enviaron helicópteros de rescate desde Bodo y Tromso, así
como otros servicios de emergencia", dijo Jan Eskil Severinsen,
del Centro de Coordinación de Rescate de Noruega, entrevistado
por la televisión pública Nrk.
A continuación se evacuó a todos los pasajeros: además de
los 4 heridos graves, 11 fueron trasladados al hospital y los
demás a una escuela de la ciudad de Stokmarknes, que fue
transformada en un centro de crisis.
En cambio, 28 personas fueron trasladadas a un hotel en
Svolvaer, a unos 50 kilómetros del lugar del accidente.
Según los medios noruegos, a bordo viajaban ciudadanos de al
menos ocho nacionalidades diferentes, procedentes no sólo de la
propia Noruega, sino también de India, China, Singapur, Malasia,
Países Bajos, Francia y Sudán del Sur.
Al menos 20 ciudadanos chinos, afirmó la embajada de Pekín
en Oslo.
La embajada italiana también está siguiendo la evolución del
caso, en contacto con la Farnesina y con un cónsul honorario en
Svolvaer, para garantizar que no haya italianos involucrados.
"Todos nosotros en Noruega estamos conmovidos por lo que
estamos aprendiendo de Hadsel", dijo el primer ministro Jonas
Gahr St›re en televisión.
"Se trata de un accidente muy grave con muchas personas
implicadas. Hay muertos y heridos graves. Lo primero que hay que
hacer es estar cerca de ellos", afirmó el primer ministro, que
también elogió el trabajo de los socorristas que en medio de
unas condiciones meteorológicas prohibitivas.
Uno de los primeros en llegar al lugar del accidente fue
Yngvar Gustavsen: "Las condiciones de la carretera eran
terribles, el viento soplaba fuerte y tuvimos que parar varias
veces para dejar pasar a otros coches", dijo a Nrk.
Gustavsen iba en el coche con su esposa, que circulaba a
unos 100-200 metros detrás del autobús: "Ver caer un vehículo
grande y saber que hay gente dentro fue lo peor que podía
imaginar", añadió.
Gustavsen dijo que varios otros automóviles se detuvieron y
subieron a los pasajeros del autobús para protegerlos del frío
mientras esperaban ayuda.
No es la primera vez que se produce un accidente similar en
la región, cercana a Lofoten, un popular destino turístico por
su belleza natural.
En 2023, un autobús turístico con 38 personas a bordo
volcó, provocando 14 heridos. (ANSA).