(ANSA) - CARACAS, 26 DIC - El gobierno de Nicolás Maduro
completó durante la Navidad la excarcelación de todos los
adolescentes, de entre 14 y 17 años, presos acusados de
terrorismo y fascismo, pero en ellos han quedado secuelas que
los acompañarán de por vida, denuncian familiares y activistas.
Estos adolescentes se convirtieron en la evidencia más
rotunda de las detenciones arbitrarias de opositores en
Venezuela, y de las condiciones inhumanas de reclusión que
atraviesan unos 2.000 prisioneros por razones políticas.
Una misión de la ONU que investiga violaciones a los
derechos humanos en Venezuela, el fiscal de la Corte Penal
Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
varios gobiernos, partidos políticos, ONG como Amnistía
Internacional y locales como Provea y Foro Penal han insistido
en los últimos meses en pedir la libertad plena de estos
jóvenes, considerados niños por el derecho internacional.
"Es una buena noticia que todos los adolescentes han sido
excarcelados. Sin embargo, muchos jóvenes siguen presos", dijo
el activista Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal. Esta
es la Navidad con mayor cantidad de presos políticos en
Venezuela, un total de 1.800, dijo.
El régimen chavista inicialmente anunció la captura de unas
2.400 personas (incluyendo 150 adolescentes) que fueron enviadas
a cárceles de máxima seguridad, procesadas todas bajo
acusaciones genéricas de terrorismo, fascismo, traición a la
patria, daños contra a propiedad y conspiración.
La mayoría son manifestantes, estudiantes, amas de casa,
desempleados, activistas regionales de partidos políticos,
curiosos y transeúntes, según sus familiares y defensores de los
derechos humanos, que denuncian torturas, aislamientos y falta
de acceso a la justicia.
Fueron capturados en redadas durante la crisis política
desatada tras las cuestionadas elecciones presidenciales del 28
de julio, cuando el oficialista Consejo Nacional Electoral
declaró ganador a Maduro sin mostrar las pruebas y se desataron
protestas espontáneas en todo el país.
El gobierno afirma que las protestas eran parte de un plan
macabro para desatar un golpe de Estado y una guerra civil.
Maduro dijo que no habría miramientos contra esos detenidos.
Otra parte de los arrestos ocurren de manera selectiva casi
a diario, ejecutados por agentes encapuchados que allanan
residencias o se llevan a activistas en plena calle y los
desaparecen durante semanas y meses.
En las horas previas a la Navidad la Fiscalía (que también
responde a Maduro) anunció un total acumulado de 956
excarcelaciones de prisioneros a los que se les había revisado
el proceso para juzgarlos en libertad. En ese grupo están
incluidos los adolescentes que quedaban tras las rejas.
"Los adolescentes que estuvieron detenidos y han sido
liberados, no plenamente porque siguen sometidos a diversas
medidas, nunca debieron pasar por esa experiencia", denuncia el
activista político Juan Carlos Guanipa, desde la clandestinidad.
"El daño que esta dictadura les hizo los dejará marcados
para toda la vida", dijo al pedir libertad plena para ellos y
todos los presos políticos.
Uno de los casos más emblemáticos del drama de estos
adolescentes es el de Mariana González, de 16 años y estudiante
de quinto año de bachillerato. En una carta manuscrita que le
hizo llegar a su familia, se despedía diciendo que prefería
morir en vez de seguir prisionera por algo que no había hecho.
Fue excarcelada en medio del estupor público. (ANSA).